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Cómo hacer Galletas con arándanos y pistachos

Estas galletas combinan la textura mantecosa de una masa suave con el sabor ácido de los arándanos y el toque crujiente y elegante de los pistachos.

Son perfectas para acompañar un café, regalar o disfrutar como un snack dulce y sofisticado.

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Además, se preparan fácilmente y pueden conservarse por varios días sin perder su sabor.

Ingredientes

  • 200 g de manteca (a temperatura ambiente)

  • 100 g de azúcar impalpable

  • 1 cucharadita de esencia de vainilla

  • 250 g de harina común (0000)

  • 50 g de maicena

  • 80 g de pistachos pelados y picados

  • 80 g de arándanos secos (podés usar también cranberries)

  • 1 pizca de sal

Preparación

  1. Preparar la masa base:
    En un bol, batí la manteca con el azúcar impalpable hasta obtener una crema suave y clara. Agregá la esencia de vainilla y mezclá.

  2. Incorporar los secos:
    Añadí la harina tamizada junto con la maicena y la pizca de sal. Mezclá con una espátula o las manos hasta formar una masa uniforme, sin amasar demasiado.

  3. Agregar los frutos:
    Incorporá los pistachos picados y los arándanos secos. Mezclá hasta distribuirlos de manera pareja en la masa.

  4. Formar las galletas:
    Dividí la masa en dos partes y formá cilindros de unos 4 cm de diámetro. Envolvelos en film transparente y llevá a la heladera por 1 hora para que tomen firmeza.

  5. Cortar y hornear:
    Precalentá el horno a 170 °C. Retirá los cilindros de la heladera y cortá rodajas de aproximadamente 1 cm de espesor.
    Colocá las galletas sobre una placa con papel manteca, dejando espacio entre ellas. Horneá de 12 a 15 minutos, hasta que los bordes estén apenas dorados.

  6. Enfriar y servir:
    Dejalas enfriar completamente sobre una rejilla antes de manipularlas. Al enfriar, toman su textura crocante y mantecosa.

Tips y consejos:

  • Podés usar nueces, almendras o avellanas en lugar de pistachos.

  • Si preferís un toque más dulce, agregá un poco de chocolate blanco picado a la masa.

  • Guardalas en una lata o frasco hermético: se conservan perfectas hasta 10 días.

  • Si querés un acabado más delicado, espolvoreá con un poco de azúcar impalpable antes de servir.

Estas galletas con arándanos y pistachos son una delicia equilibrada entre lo dulce, lo ácido y lo crocante.

Perfectas para compartir o disfrutar con una buena taza de té o café.

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