Esta receta rápida y deliciosa es ideal para esos momentos en los que querés algo dulce sin complicarte.
Con pocos ingredientes y un paso a paso sencillo, vas a lograr un postre suave, esponjoso y con el toque fresco de la fruta, perfecto para compartir en familia o con amigos.
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Ingredientes
- 12 cucharadas de aceite
- 12 cucharadas de azúcar
- 12 cucharadas de harina común
- 5 huevos
- 1 sobre de azúcar vainillado o 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 sobre de polvo de hornear (15 g aprox.)
- 1 lata de duraznos en almíbar (escurridos y cortados en gajos)
- Azúcar impalpable para espolvorear
Preparación
- Precalentar el horno a 230 °C para que esté bien caliente al momento de hornear.
- En un bol grande, batir los huevos junto con el azúcar y el azúcar vainillado (o la esencia) hasta que la mezcla esté espumosa y clara.
- Agregar el aceite en forma de hilo mientras se sigue batiendo, integrando bien para que la mezcla quede homogénea.
- Tamizar la harina con el polvo de hornear y añadirla de a poco a la preparación, mezclando suavemente con movimientos envolventes para no perder aire en la masa.
- Forrar una placa de horno grande y baja con papel manteca y verter la preparación, distribuyéndola de manera pareja con una espátula.
- Colocar los gajos de durazno en hileras sobre la masa, presionando apenas para que queden integrados.
- Llevar al horno y cocinar entre 25 y 30 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo, este salga limpio y seco.
- Retirar y dejar entibiar unos minutos antes de desmoldar.
- Cortar en cuadrados o rectángulos y espolvorear con azúcar impalpable para darle un acabado más atractivo.
Consejos:
- Si querés un sabor más cítrico, podés añadir ralladura de naranja o limón a la mezcla.
- Los duraznos se pueden reemplazar por peras, ananá o cerezas al natural, siempre bien escurridos para que no humedezcan demasiado la masa.
- Si usás harina leudante, no hace falta agregar el polvo de hornear.
- Para una textura más húmeda, podés reemplazar 2 cucharadas de aceite por yogur natural o crema.
- Este postre es perfecto para hacer en moldes rectangulares, ya que es fácil de cortar y servir.
- Conservá los cuadrados en un recipiente hermético para que se mantengan frescos hasta 3 días.
Un postre fácil, rápido y rendidor que seguro va a conquistar a todos en casa.