Cómo hacer estas 4 recetas para los amantes de las galletas

Las galletas caseras siempre son una tentación, y estas cuatro opciones son ideales para quienes disfrutan de algo dulce hecho en casa.

Cada receta tiene una textura y un sabor diferente, desde las clásicas bañadas en chocolate hasta las de limón con azúcar impalpable.

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Todas son fáciles, rendidoras y perfectas para acompañar una merienda o preparar para regalar.

1) Galletitas de manteca clásicas

Batí la manteca junto con el azúcar hasta obtener una crema clara y homogénea.
Agregá los huevos de a uno y seguí batiendo para integrar bien la mezcla.
Sumá la pizca de sal y un toque de canela a gusto, mezclando para distribuir los aromas.
Incorporá la harina tamizada en varias tandas, mezclando primero con espátula y luego amasando hasta lograr una masa suave.
Llevá la masa a la heladera por 20 a 30 minutos para que tome firmeza.
Formá las galletitas usando una manga, cortantes o simplemente tus manos.
Colocalas sobre una bandeja enmantecada o con papel manteca.
Cociná en horno moderado (170–180 ºC) durante 10 a 12 minutos, hasta que los bordes estén apenas dorados.
Dejá enfriar antes de servir o decorar con chocolate derretido, glasé o crema pastelera.

Batí la manteca con 150 g de azúcar hasta que esté cremosa.
Añadí la ralladura de limón y la esencia de vainilla para aromatizar.
Incorporá los huevos de a uno hasta lograr una mezcla lisa.
Agregá la maicena, la harina y la levadura previamente tamizadas, mezclando hasta formar una masa suave.
Llevá la masa 15 minutos a la heladera para que sea más fácil de trabajar.
Estirá la masa con cuidado hasta lograr un espesor parejo.
Cortá tapitas con un molde redondo.
Hornealas a 160–170 ºC durante 8 a 10 minutos; deben quedar claras y tiernas.
Una vez frías, rellená con dulce de leche repostero, uní las tapas y pasá los bordes por coco rallado.
Espolvoreá con azúcar impalpable si querés darles un toque final.

Derretí el chocolate junto con la manteca a baño María o en microondas, y dejá entibiar.
Agregá los huevos y mezclá con batidor para integrar sin que se cocinen.
Sumá el azúcar impalpable, el azúcar avainillado y la pizca de sal.
Incorporá la harina tamizada junto con la almendra molida, formando una masa espesa.
Añadí el agua para ajustar la textura si fuera necesario.
Llevá la masa a la heladera durante 30 minutos para que tome cuerpo.
Formá pequeñas bolitas o usá una manga para darles forma.
Cociná en horno medio (170 ºC) entre 10 y 12 minutos.
Dejá enfriar para que tomen consistencia y serví.

Batí la manteca con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa.
Agregá el huevo y la esencia de vainilla, batiendo hasta que se integre bien.
Sumá la ralladura de limón, la esencia o jugo de limón y una pizca de sal.
Incorporá la harina tamizada junto con el bicarbonato y el polvo para hornear.
Formá una masa blanda y pareja; si queda muy tierna, refrigerala 15 minutos.
Armá bolitas del mismo tamaño y pasalas por azúcar impalpable para obtener un acabado craquelado.
Colocalas en una placa con papel manteca separadas entre sí.
Horneá a 170 ºC durante 10 a 12 minutos, cuidando que no se doren en exceso.
Dejá enfriar antes de manipularlas para que no se rompan.

Usá siempre manteca a temperatura ambiente para lograr masas más parejas.
Tamizar los ingredientes secos mejora la textura de todas las galletitas.
Si hace calor, enfriar las masas ayuda a que mantengan la forma durante el horneado.
Los hornos varían: siempre es mejor controlar los últimos minutos.
Para guardar las galletitas, usá frascos herméticos para que se mantengan tiernas.
Podés saborizar con ralladura de naranja, canela, coco o extractos a gusto.
El dulce de leche repostero es el ideal para rellenos firmes.
Si querés un brillo extra, podés pincelar algunas galletas con un toque de gel de brillo.
En las de chocolate, sumá chips o nueces picadas para más textura.
Las de limón quedan perfectas con un glasé simple de azúcar impalpable y jugo.

Estas recetas son ideales para disfrutar algo dulce y casero en cualquier momento.

Con pocos ingredientes y un procedimiento claro, podés preparar galletitas irresistibles para compartir o guardar para la merienda.