Si sos de los que disfrutan tener algo casero para acompañar el mate, estas cuatro recetas de galletitas te van a venir como anillo al dedo.
Son simples, rendidoras y con ingredientes que seguro tenés en la alacena.
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Cada una tiene su personalidad: desde el perfume cítrico de la naranja hasta el toque marmolado del cacao.
1- Galletitas de naranja y aceite
Estas galletitas se hacen en minutos y tienen una textura ideal: crocante por fuera, tierna por dentro.
Lo mejor es que no llevan manteca, así que son más livianas y perfectas para todos los días.
Ingredientes:
- 2 huevos
- ½ taza de azúcar
- ⅓ taza de aceite neutro
- Ralladura de 1 naranja
- 1 y ½ taza de harina leudante
Preparación:
- En un bol grande, batí los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa y clara.
- Agregá el aceite y la ralladura de naranja, mezclando bien.
- Incorporá la harina leudante de a poco, con movimientos envolventes, hasta lograr una masa suave.
- Formá bolitas del tamaño de una nuez, aplastalas apenas con la palma.
- Colocalas en una placa enmantecada o con papel manteca.
- Llevá al horno precalentado a 180 °C por 12 minutos, hasta que estén doradas en los bordes.
2- Galletitas de avena y dulce de leche
Estas son las más express: tres ingredientes, sin complicaciones, y con ese sabor bien argentino que da el dulce de leche.
Ideales para cuando pinta el antojo y no hay mucho tiempo.
Ingredientes:
- 1 taza de avena arrollada
- 3 cucharadas de dulce de leche repostero
- 1 huevo
Preparación:
- En un bol, mezclá la avena con el dulce de leche y el huevo hasta formar una pasta espesa.
- Con ayuda de una cuchara, tomá porciones y colocá sobre una placa enmantecada.
- Acomodalas dejando espacio entre cada una.
- Horneá a 180 °C por 10 a 12 minutos, hasta que estén doraditas y firmes al tacto.
- Dejá enfriar antes de despegarlas, ya que salen blanditas del horno.
3- Galletitas de coco rallado y limón
Una combinación fresca y aromática que se arma en un abrir y cerrar de ojos.
El coco le da textura y el limón ese toque cítrico que levanta todo.
Ingredientes:
- 1 huevo
- ½ taza de azúcar
- 1 taza de coco rallado
- Ralladura de 1 limón
Preparación:
- Batí el huevo con el azúcar hasta que se disuelva bien.
- Sumá el coco rallado y la ralladura de limón.
- Mezclá con espátula hasta que se integre todo.
- Con una cucharita, formá montoncitos sobre una placa enmantecada.
- No hace falta aplastarlos, se acomodan solos.
- Llevá al horno a 170 °C por 15 minutos, hasta que estén doradas en la base y apenas tostadas arriba.
4- Galletitas marmoladas de cacao
Estas galletitas son un espectáculo visual y de sabor.
El efecto marmolado se logra mezclando dos masas, y el resultado es tan lindo como rico.
Ingredientes:
- 1 huevo
- ½ taza de azúcar
- ¼ taza de aceite
- 1 taza de harina leudante
- 2 cucharadas de cacao en polvo
Preparación:
- Batí el huevo con el azúcar y el aceite hasta que quede una mezcla homogénea.
- Agregá la harina leudante y mezclá hasta formar una masa suave.
- Dividí la masa en dos partes: a una agregale el cacao en polvo y mezclá bien.
- Tomá pequeñas porciones de cada masa y unilas sin amasar demasiado.
- Formá bolitas con vetas de ambos colores.
- Colocalas en una placa enmantecada.
- Horneá a 180 °C por 12 a 15 minutos, hasta que estén cocidas pero aún tiernas.
Consejos:
- Para conservarlas mejor, guardalas en frascos herméticos una vez frías.
- Si querés hacerlas más saludables, podés reemplazar el azúcar por mascabo o el aceite por uno de coco.
- Las de avena admiten agregados como pasas, chips de chocolate o nueces picadas.
- Las marmoladas quedan geniales si les sumás unas gotas de esencia de vainilla.
- Las de coco y limón se pueden bañar en chocolate una vez frías para un toque más goloso.
- Si no tenés harina leudante, podés usar común con una cucharadita de polvo de hornear.
- En todas las recetas, respetá el tiempo de enfriado antes de guardar para que no se humedezcan.
Estas cuatro recetas son ideales para tener siempre algo casero y rico a mano.
Podés hacerlas con los chicos, regalar en frascos decorados o simplemente darte un gusto.
Porque en casa, lo simple también puede ser delicioso.