Estas dos masas son clave en cualquier cocina pastelera.
La masa quebrada es ideal para bases crocantes o galletitas, mientras que el bizcochuelo esponjoso es la base de tortas suaves y livianas.
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Con pocos ingredientes, lográs un resultado excelente para preparar desde tartas hasta pasteles rellenos.
Masa quebrada (para galletitas o bases crocantes)
Ingredientes:
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250 g de harina 0000
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125 g de manteca fría
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100 g de azúcar
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1 huevo
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1 cucharadita de esencia de vainilla
Preparación
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En un bowl grande, colocá la harina junto con la manteca fría cortada en cubitos. Con las manos o un cornet, deshacé la manteca hasta lograr un arenado.
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Sumá el azúcar, el huevo y la esencia de vainilla. Uní los ingredientes sin amasar demasiado, solo hasta formar un bollo liso.
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Envolvé la masa en film y llevá a la heladera durante 30 minutos para que tome consistencia.
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Pasado el tiempo de reposo, estirá la masa con palote sobre una superficie enharinada y cortá según el uso: discos para tartas, figuras para galletitas, etc.
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Llevá a horno precalentado a 180 °C y cociná entre 10 y 12 minutos o hasta que apenas empiecen a dorarse.
Masa básica para bizcochuelo esponjoso
Ingredientes:
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4 huevos
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120 g de azúcar
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120 g de harina 0000 o leudante
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1 cucharadita de esencia de vainilla
Preparación
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En un bowl, batí los huevos con el azúcar hasta lograr punto letra. Esto significa que al levantar el batidor y dejar caer la mezcla, podés escribir con ella antes de que se integre.
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Incorporá la esencia de vainilla.
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Tamizá la harina y agregala de a poco con movimientos envolventes. Es importante no batir para no bajar el aire.
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Verté la mezcla en un molde de 22 cm previamente enmantecado y enharinado.
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Cociná en horno precalentado a 170 °C durante 30 a 35 minutos. No abras el horno antes de los 25 minutos para que no se baje.
Consejos:
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Para la masa quebrada, si querés un sabor más intenso, podés reemplazar parte del azúcar por azúcar impalpable. Queda más fina.
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El bizcochuelo se puede saborizar con ralladura de naranja, limón o canela.
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Ambas masas pueden conservarse: la quebrada cruda en freezer hasta 1 mes, y el bizcochuelo cocido bien envuelto por 2 o 3 días a temperatura ambiente.
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Si usás harina común en el bizcochuelo, podés agregar ½ cucharadita de polvo de hornear para que leve mejor.
Dos recetas base que te van a servir para un montón de preparaciones.
Simples, efectivas y con un resultado riquísimo.