Una receta irresistiblemente dulce y fácil de preparar.
Estos cuadraditos combinan una base crujiente de galletitas con una capa cremosa de caramelo y una cobertura de chocolate con trocitos crocantes.

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Son perfectos para compartir, regalar o disfrutar con un café.
Ingredientes
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200 g de galletitas de vainilla o manteca
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100 g de manteca derretida
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1 lata de leche condensada (395 g aprox.)
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100 g de azúcar rubia
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2 cucharadas de miel
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80 g de manteca (para el caramelo)
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100 g de chocolate con leche o semiamargo
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80 g de crocante de maní, toffee o caramelo troceado
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Una pizca de sal (opcional)
Preparación
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Triturá las galletitas hasta lograr una textura fina. Mezclalas con la manteca derretida y formá una masa uniforme.
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Colocá la mezcla en una fuente cuadrada cubierta con papel manteca, presioná bien con una cuchara y horneá a 180 °C durante 10 minutos. Dejá enfriar.
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Para el caramelo, colocá en una cacerola la leche condensada, el azúcar rubia, la miel y la manteca. Cociná a fuego medio revolviendo constantemente con cuchara de madera.
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Cuando la mezcla espese y adquiera un tono dorado, retirá del fuego y verté sobre la base horneada. Distribuí con una espátula y dejá enfriar por completo.
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Derretí el chocolate a baño maría o en microondas (en intervalos de 20 segundos). Vertelo sobre la capa de caramelo y alisá la superficie.
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Antes de que el chocolate solidifique, espolvoreá con trozos de crocante o maní picado.
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Llevá a la heladera por al menos una hora. Una vez firme, cortá en cuadrados con un cuchillo afilado y disfrutá de este postre con capas perfectas.
Tips y consejos:
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Para un toque gourmet, añadí una pizca de sal marina sobre el chocolate antes de que se endurezca.
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Si querés una versión más intensa, usá chocolate semiamargo o mezcla mitad con leche y mitad negro.
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El caramelo se cocina mejor a fuego medio-bajo: si se calienta demasiado, puede quemarse o quedar con grumos.
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Si no tenés azúcar rubia, podés reemplazarla por azúcar común con una cucharada extra de miel.
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Para un sabor más casero, agregá unas gotas de esencia de vainilla al caramelo.
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Guardalos en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta por 3 días o en la heladera hasta una semana.
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Podés congelarlos envueltos individualmente en film y descongelarlos a temperatura ambiente.
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Para que los bordes salgan prolijos, sumergí el cuchillo en agua caliente y secá antes de cada corte.
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Si querés una versión sin horno, podés presionar la base en frío y dejarla enfriar bien antes de agregar el caramelo.
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También podés sustituir las galletitas por una base de avena molida o de chocolate para variar el sabor.
Estos cuadraditos crocantes combinan lo mejor del caramelo, el chocolate y la textura crujiente en cada bocado.
Una receta simple que se vuelve un clásico en cualquier mesa dulce.