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Cómo hacer Buñuelos ¡Receta de la Abuela!

Crujientes por fuera, suaves por dentro y con ese sabor clásico que recuerda a la infancia: así son los buñuelos caseros.

Esta receta tradicional, fácil y rendidora, es perfecta para acompañar el mate o el café de la tarde.

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No necesitás ingredientes raros ni aparatos especiales, solo ganas de disfrutar algo bien casero.

Ingredientes

  • 2 huevos

  • ½ taza de azúcar

  • 1 pizca de sal

  • 2 tazas de harina de trigo común

  • 1 cucharada de polvo para hornear

  • ¾ taza de leche

  • Aceite para freír (cantidad necesaria)

  • Azúcar impalpable para espolvorear (opcional)

Preparación

  1. En un bowl grande, batí los huevos junto con el azúcar hasta que la mezcla quede espumosa y clara.

  2. Agregá la pizca de sal y mezclá bien para realzar el sabor.

  3. Incorporá la harina y el polvo para hornear de a poco, intercalando con la leche. Mezclá con cuchara o batidor hasta formar una masa espesa y sin grumos.

  4. Si la masa queda muy líquida, agregá un poco más de harina; si está muy firme, un chorrito extra de leche. La textura debe ser cremosa, como una pasta densa que se pueda tomar con una cuchara.

  5. Calentá abundante aceite en una sartén profunda a fuego medio. Para saber si está listo, tirá una pequeña porción de masa: si burbujea y sube rápido, el aceite está a punto.

  6. Con una cuchara, tomá porciones de masa y colocalas en el aceite caliente, sin sobrecargar la sartén.

  7. Freí los buñuelos hasta que estén dorados por todos lados, girándolos para que se cocinen de manera pareja.

  8. Retiralos con una espumadera y colocalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Tips y consejos:

  • Espolvoreá con azúcar impalpable o pasalos por una mezcla de azúcar y canela mientras aún estén tibios.

  • Si querés una versión más liviana, podés cocinarlos en el horno a 180 °C durante unos 20 minutos, hasta que estén dorados.

  • También podés saborizar la masa con ralladura de limón, naranja o una cucharadita de vainilla.

  • Para una textura más aireada, batí las claras a punto nieve e incorporalas suavemente al final.

  • Si el aceite está muy caliente, los buñuelos se doran rápido por fuera pero quedan crudos por dentro; mantené siempre el fuego medio.

  • Guardalos en un recipiente cerrado una vez fríos: se mantienen tiernos hasta el día siguiente.

Con esta receta clásica vas a lograr buñuelos dorados, esponjosos y llenos de sabor, tal como los preparaba la abuela.

Una opción simple, económica y deliciosa para disfrutar en cualquier momento.

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