Nada mejor que un budín de limón húmedo, perfumado y con miga tierna para la merienda o el mate.
Esta versión se prepara con crema de leche, lo que le da una textura suave sin complicaciones.
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Usamos el mismo pote de la crema como medida para que todo sea simple y parejo.
Ingredientes
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1 pote (200 ml) de crema de leche
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1 pote de azúcar
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2 huevos
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1 y ½ potes de harina leudante
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Ralladura fina de 1 limón
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Jugo de 1 limón (2 a 3 cucharadas)
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1 pizca de sal
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1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
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Manteca y harina para el molde
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Opcional glaseado: ½ taza de azúcar impalpable + 1 a 2 cucharadas de jugo de limón
Preparación
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Encendé el horno a 170–180 °C. Enmantecá y enhariná un molde de budín inglés (aprox. 24 x 10 cm) o forralo con papel manteca.
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Lavá y secá el limón. Retirá la ralladura sin llegar a la parte blanca para evitar amargor; exprimí el jugo y reservá.
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En un bowl, colocá el azúcar y la crema de leche. Batí 1 minuto hasta integrar; no hace falta montar, sólo emulsionar.
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Agregá los huevos de a uno, batiendo lo justo para incorporarlos. Sumá la esencia de vainilla si la usás y la ralladura de limón.
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Tamizá la harina leudante con la pizca de sal. Incorporala en dos tandas, alternando con el jugo de limón. Mezclá con espátula hasta que no queden restos secos; evitá sobrebatir para que la miga quede aireada.
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Volcá la preparación en el molde, alisá la superficie y, si querés una grieta prolija, pasá una espátula apenas enmantecada por el centro a lo largo.
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Horneá 35–45 minutos (según horno y molde) hasta que al pinchar con un palito salga limpio o con apenas algunas miguitas húmedas.
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Retirá, dejá reposar 10 minutos en el molde y desmoldá sobre una rejilla para que se enfríe completamente.
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Para el glaseado opcional, mezclá azúcar impalpable con jugo de limón hasta lograr una textura espesa y lisa; chorreá sobre el budín frío (es opcional, si no te gusta el glaseado, podes espolvorear un poco de azúcar impalpable por encima).
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Cortá en rebanadas y serví.
Tips y consejos:
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Usá el mismo pote de la crema como medida para el azúcar y la harina: asegura proporciones y evita balanza.
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Si no tenés harina leudante, reemplazá por harina 0000 (1 y ½ potes) + 1 y ½ cucharaditas de polvo de hornear.
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Todos los ingredientes a temperatura ambiente ayudan a que el budín crezca parejo.
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No sobremezcles la masa: cuando desaparecen los secos, se deja de batir.
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Para extra humedad, al desmoldar pincelalo tibio con un almíbar rápido (2 cucharadas de azúcar + 2 de agua) aromatizado con unas gotas de limón.
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Se conserva bien envuelto hasta 3 días; también podés freezarlo en porciones, bien protegido, por hasta 2 meses.
Un budín simple, rendidor y súper aromático, ideal para resolver una merienda casera con ingredientes que siempre tenemos a mano.