Los bocaditos de fruta confitada son una delicia clásica que se disfruta desde hace generaciones.
Se trata de pequeños cubos dulces elaborados con pulpa de frutas, cocidos lentamente con azúcar hasta lograr una consistencia firme y luego cortados en porciones que se rebozan en azúcar.
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El resultado es un snack con un sabor intenso, textura suave por dentro y un toque crocante por fuera.
Además, son perfectos para regalar, para acompañar un café o como postre ligero después de una comida.
Ingredientes
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1 kg de cerezas frescas (pueden usarse frutillas, ciruelas o duraznos)
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700 g de azúcar
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Jugo de 1 limón
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1 vaso pequeño de agua (aprox. 100 ml)
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Azúcar extra para rebozar
Preparación
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Lavar bien las cerezas y retirar los carozos. Colocarlas en una cacerola grande junto con el agua y el jugo de limón. Cocinar a fuego medio hasta que se ablanden.
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Una vez tiernas, procesar o triturar la fruta hasta obtener un puré liso.
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Pasar el puré nuevamente a la olla, agregar el azúcar y cocinar a fuego bajo, revolviendo constantemente para evitar que se pegue.
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Cocinar durante 45 a 60 minutos, hasta que la mezcla espese y se despegue del fondo de la olla. La textura debe ser similar a la de una mermelada muy densa.
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Forrar un molde rectangular con papel manteca engrasado y volcar la mezcla de fruta caliente, extendiéndola de manera pareja con una espátula.
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Dejar enfriar a temperatura ambiente y luego refrigerar por al menos 6 horas, hasta que esté bien firme.
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Desmoldar, retirar el papel manteca y cortar en cubos del tamaño deseado.
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Pasar cada cuadradito por azúcar común hasta cubrirlos por completo. Guardarlos en un recipiente hermético.
Consejos:
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Se pueden preparar con distintas frutas de estación: damascos, frutillas, manzanas o membrillos, cada uno con un sabor particular.
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Para intensificar el color, se puede añadir un poco de jugo de remolacha natural en la cocción (sin alterar el sabor).
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Es importante cocinar a fuego bajo y revolver constantemente, de lo contrario la mezcla puede quemarse en el fondo.
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Para lograr cubos bien prolijos, se recomienda cortar con un cuchillo afilado ligeramente humedecido en agua caliente.
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Conservados en un frasco hermético, estos bocaditos duran hasta tres semanas en la heladera.
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Si se desea un sabor más fresco, se puede añadir ralladura de naranja o limón a la cocción de la fruta.
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Son ideales para preparar en cantidad y tener siempre a mano un snack casero, natural y mucho más económico que los industriales.
Estos bocaditos de fruta confitada combinan tradición, sabor y practicidad, siendo un dulce casero perfecto para cualquier ocasión.