Este bizcochuelo combina la suavidad de un batido esponjoso con la cremosidad del queso crema y el toque frutal de las frambuesas.
Es una receta ideal para disfrutar en el desayuno, la merienda o como postre liviano.
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No requiere técnicas complicadas y el resultado es tan tierno que se deshace en la boca.
Ingredientes
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200 g de queso crema
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3 huevos grandes
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100 g de azúcar (o 80 g si lo preferís menos dulce)
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80 ml de leche
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120 g de harina leudante (o harina común + 1 cdita de polvo para hornear)
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1 cdita de esencia de vainilla
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1 pizca de sal
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80 g de frambuesas frescas o congeladas
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Azúcar impalpable para espolvorear
Preparación
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Precalentar el horno a 170 °C y enmantecar y enharinar moldes individuales o uno mediano.
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En un bol, batir los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa y aumente de volumen.
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Incorporar el queso crema a temperatura ambiente y batir hasta que no queden grumos.
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Agregar la leche y la esencia de vainilla, integrando con movimientos suaves.
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Tamizar la harina junto con la pizca de sal e incorporarla de a poco, mezclando con espátula para no perder aire.
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Colocar un poco de la mezcla en los moldes, agregar algunas frambuesas en el centro y cubrir con el resto de la preparación.
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Llevar al horno durante 20 a 25 minutos o hasta que, al insertar un palillo, salga limpio.
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Dejar enfriar unos minutos antes de desmoldar y espolvorear con azúcar impalpable.
Tips y consejos:
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Si querés un bizcochuelo más húmedo, reemplazá la leche por crema de leche.
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Las frambuesas se pueden sustituir por arándanos, moras o trocitos de durazno.
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Evitá abrir el horno antes de los 20 minutos para que no se baje la preparación.
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Si usás frambuesas congeladas, no las descongeles antes para que no tiñan demasiado la masa.
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Para un toque más gourmet, servilo con una cucharada de crema batida o yogur natural.
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Si no tenés queso crema, podés usar ricota bien procesada para lograr una textura similar.
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Podés hacerlo en microondas en moldes aptos: cociná 1 a 2 minutos por unidad, revisando la cocción para que no se pase.
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Guardalo en la heladera y consumilo dentro de los 3 días para mantener la frescura.
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Para una versión sin azúcar, reemplazala por edulcorante apto para horno.
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Si querés un sabor más cítrico, agregá ralladura de limón o naranja a la mezcla.
Este bizcochuelo es perfecto para cuando querés darte un gusto dulce sin complicarte, y su textura suave con el corazón frutal lo hace simplemente irresistible.