Este bizcochuelo esponjoso y con aroma a naranja se prepara en minutos y sin batidora, usando solo una licuadora.
Es ideal para acompañar el mate o servir como merienda para toda la familia.
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El resultado es un bizcochuelo húmedo, suave y lleno de sabor cítrico.
Ingredientes
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Jugo de 2 naranjas
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Ralladura de 1 naranja
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4 huevos
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2 tazas de azúcar
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½ taza de aceite
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2 tazas de harina leudante
Preparación
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Colocá en la licuadora los huevos, el azúcar, el jugo de naranja recién exprimido, la ralladura y el aceite. Procesá durante unos minutos hasta obtener una mezcla lisa y homogénea.
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Volcá la preparación en un bol grande y agregá las dos tazas de harina leudante tamizada. Mezclá suavemente con una espátula o batidor de mano hasta que no queden grumos.
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Engrasá con manteca y enhariná un molde savarín o redondo grande. También podés usar spray vegetal o colocar papel manteca en la base para facilitar el desmolde.
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Volcá la mezcla en el molde y llevá a horno precalentado a 180 °C por aproximadamente 30 a 40 minutos. El tiempo puede variar según el horno y el tipo de molde.
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Para comprobar si está listo, insertá un palillo o cuchillo en el centro: si sale seco, ya podés retirarlo.
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Dejá enfriar el bizcochuelo dentro del molde por 10 minutos antes de desmoldar. Luego dejalo sobre una rejilla hasta que esté completamente frío.
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Si querés, podés espolvorear con azúcar impalpable, un toque de canela o incluso bañar con un glaseado de naranja.
Consejos:
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Si no tenés harina leudante, podés usar harina común con 2 cucharaditas de polvo de hornear por cada taza.
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Asegurate de que las naranjas estén bien jugosas. Las de cáscara fina suelen rendir mejor.
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El aceite le aporta humedad al bizcochuelo. Podés usar de girasol o maíz para un sabor más neutro.
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Para un toque extra, añadí chips de chocolate, pasas de uva o frutos secos a la mezcla antes de hornear.
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Conservá el bizcochuelo en recipiente cerrado para que se mantenga tierno por varios días.
Este bizcochuelo de naranja es tan fácil como delicioso. Rinde bien, no necesita batidora y el sabor casero es incomparable.
Probalo y disfrutá un clásico de siempre con un toque fresco y natural.