Un clásico que nunca falla: el arrollado de vainilla relleno con crema y frutillas es ideal para la merienda o como postre después de una comida especial.
Su textura esponjosa y su combinación de dulzura y frescura lo convierten en un favorito de chicos y grandes.
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Prepararlo en casa es mucho más sencillo de lo que parece.
Ingredientes
Para el bizcochuelo:
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5 huevos
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100 g de azúcar común
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100 g de harina 0000
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1 cucharadita de esencia de vainilla
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1 pizca de sal
Para el relleno:
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300 g de mermelada de frutilla
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400 ml de crema de leche para batir
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3 cucharadas de azúcar impalpable
Para la decoración:
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Frutillas frescas
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Rosetones de crema batida
Preparación
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Encendé el horno y precalentalo a 180 °C. En un bol grande, batí los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla bien espumosa y de color claro; esto puede llevar varios minutos con batidora eléctrica.
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Sumá la esencia de vainilla y mezclá suavemente.
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Tamizá la harina junto con la sal e incorporala a la preparación anterior con movimientos envolventes para que no se baje el batido.
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Forrá una placa para horno con papel manteca y volcá la mezcla, distribuyéndola de manera pareja.
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Llevá al horno y cociná entre 12 y 15 minutos, o hasta que el bizcochuelo esté apenas dorado y al tocarlo vuelva a su forma original.
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Retirá del horno y, aún caliente, desmoldá sobre un repasador limpio y húmedo. Retirá el papel manteca con cuidado y enrollá el bizcochuelo junto con el repasador para que tome forma. Dejá enfriar completamente.
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Para el relleno, batí la crema de leche bien fría junto con el azúcar impalpable hasta lograr picos firmes.
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Desenrollá el bizcochuelo con cuidado, untá primero una capa pareja de mermelada de frutilla y luego cubrí con la crema batida.
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Volvé a enrollar el bizcochuelo, esta vez sin el repasador, presionando suavemente para que mantenga la forma.
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Para decorar, cubrí la superficie con más crema batida, formá rosetones con una manga y distribuí frutillas frescas lavadas y secas.
Consejos:
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Para que el bizcochuelo no se rompa al enrollarlo, es fundamental hacerlo cuando todavía está tibio.
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Si querés un relleno más fresco, podés agregar frutillas cortadas en trocitos junto con la crema.
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Usar mermelada de buena calidad realza el sabor final del postre.
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La crema debe estar bien fría para montar con facilidad.
Este arrollado es perfecto para agasajar a la familia o sorprender a las visitas con un postre casero y delicioso.