Si hay un postre que nunca falla y que todos reconocen con una sonrisa, es la chocotorta.
Clásica, simple y tremendamente rica, esta receta es un infaltable en los cumpleaños, reuniones familiares o para darse un gusto el fin de semana.
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Lo mejor es que no necesita horno y se prepara con pocos ingredientes que seguro ya tenés en casa.
Ideal para chicos y grandes, y todavía más rica después de un día de heladera.
Ingredientes
Para la base:
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500 g de galletitas de chocolate tipo Chocolinas
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250 g de queso crema
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250 g de dulce de leche
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500 cc de leche (puede ser entera o descremada)
Para la cobertura:
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100 cc de crema de leche
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200 g de chocolate con leche (podés usar semiamargo si preferís menos dulzura)
Preparación paso a paso
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En un bol, mezclá el queso crema con el dulce de leche hasta formar una crema homogénea. Usá una cuchara o batidor de mano para integrarlo bien. Reservá.
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Colocá la leche en otro recipiente. Este será el baño para mojar las galletitas. Sumergí cada una por unos segundos (sin que se deshagan) y cubrí la base de una fuente rectangular o cuadrada, armando la primera capa.
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Una vez que tenés la base de galletitas lista, agregá una capa de la mezcla de queso y dulce de leche. Extendela bien con una cuchara o espátula hasta cubrir toda la superficie.
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Repetí el proceso alternando capas de galletitas mojadas y crema. Lo ideal es hacer cuatro capas de galletitas y tres de crema, finalizando con una capa de galletitas en la parte superior.
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Tapá la fuente con film o una tapa y llevá a la heladera por al menos 4 horas, aunque si podés dejarla de un día para el otro, mejor. Así se humedece bien y toma consistencia.
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Para la cobertura, calentá la crema en una ollita hasta que llegue casi a hervir. Apagá el fuego y volcala sobre el chocolate picado en un bol. Dejá reposar un minuto y luego mezclá hasta que se derrita por completo y se forme una ganache brillante.
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Sacá la chocotorta de la heladera y verté la ganache encima. Extendela bien por toda la superficie. Volvé a enfriar por al menos 1 hora más para que la cobertura tome cuerpo.
Una vez lista, la podés decorar con chips de chocolate, cacao amargo espolvoreado o incluso pedacitos de galletitas.
Esta chocotorta no necesita presentación: es de esas recetas que se ganan el corazón con cada bocado.
Ideal para compartir o guardar un pedacito en la heladera y darse un gusto a cualquier hora.