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¡1 huevo, 100g de azúcar, yogur, harina y leche! ¡No podrás parar de comerlos!

¿Quién puede resistirse a unos buñuelos caseros recién hechos?

Esponjosos, dorados y con un toque fresco de cítricos, estos buñuelos son perfectos para compartir en familia o disfrutar con un café por la tarde.

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Además, la receta es sencilla, económica y utiliza ingredientes que seguramente tenés en casa.

A continuación, te explico cómo prepararlos paso a paso.

Ingredientes

  • 1 huevo
  • 100 g de azúcar
  • 250 g de yogur natural
  • 250 g de harina de trigo común
  • 150 ml de leche
  • 16 g de levadura en polvo (1 sobre)
  • Ralladura de 1 limón y 1 naranja (cantidad al gusto)
  • Aceite neutro (como el de girasol) para freír
  • Azúcar extra para espolvorear al final

Preparación

  1. En un bol amplio, batí el huevo junto con el azúcar hasta que quede una mezcla clara y espumosa. Agregá el yogur natural, la leche y las ralladuras de limón y naranja. Mezclá bien hasta que los ingredientes estén completamente integrados.
  2. Tamizá la harina junto con la levadura en polvo para evitar grumos y añadila de a poco a la mezcla líquida. Revolvé con una espátula o unas varillas hasta obtener una masa homogénea y algo espesa. La consistencia debe ser suficiente para poder tomar porciones con una cuchara sin que se desarme.
  3. Dejá reposar la masa durante 15-20 minutos a temperatura ambiente. Esto permitirá que la levadura actúe, ayudando a que los buñuelos queden más aireados y esponjosos.
  4. Calentá abundante aceite en una sartén profunda a fuego medio. Con una cuchara, tomá pequeñas porciones de masa y vertelas en el aceite caliente. Freí los buñuelos durante 2-3 minutos por cada lado, asegurándote de que queden bien dorados y cocidos por dentro. Retiralos con cuidado y colocalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
  5. Cuando los buñuelos estén templados, espolvoreales azúcar por encima para darles un toque final dulce y tentador.

Consejos adicionales

Aceite y temperatura

  • Usá un aceite suave, como el de girasol, para que los buñuelos mantengan su sabor neutro.
  • Controlá la temperatura del aceite. Si está muy caliente, los buñuelos se dorarán rápido por fuera pero quedarán crudos por dentro. Asegurate de freírlos a fuego medio.

Personalizá el sabor

  • Podés agregar una pizca de canela o esencia de vainilla a la masa para darle un toque extra de sabor. También podés incorporar trocitos pequeños de frutas confitadas o pasas si te gustan los buñuelos más elaborados.

Decoración y acompañamiento

  • Además del azúcar, espolvoreales un poco de canela molida para un sabor clásico. También podés acompañarlos con miel, dulce de leche o un sirope casero.
  • Serví los buñuelos con un café o chocolate caliente para una experiencia completa.

Estos buñuelos son una opción deliciosa y fácil de preparar para cualquier ocasión.

Con ingredientes simples y un poco de tiempo, podrás disfrutar de una merienda casera que seguramente se convertirá en la favorita de tu familia.

¡Probá esta receta y no te vas a arrepentir!

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