Este pastel húmedo y liviano es una opción ideal para quienes buscan disfrutar de algo dulce sin usar harina de trigo ni ingredientes con gluten.
La combinación de zanahoria, yogur y harinas naturales le da una textura esponjosa y un sabor suave, perfecto para acompañar el desayuno o la merienda.

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Ingredientes
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5 huevos grandes
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7 cucharadas de yogur griego natural
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6 cucharadas de stevia en polvo (apta para hornear)
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1 cucharada de esencia de vainilla
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600 g de zanahoria rallada muy fina
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2 tazas de harina de almendras
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2 tazas de harina de avena
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½ taza de pasas rubias picadas
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½ cucharadita de canela en polvo
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½ cucharadita de nuez moscada
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16 g de polvo de hornear sin gluten
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5 cucharadas de leche de almendras o de coco
Relleno y cobertura
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500 g de queso crema light
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Stevia a gusto (1 o 2 cucharadas según preferencia)
Preparación
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En un bol grande, batí los huevos junto con la stevia, el yogur y la esencia de vainilla hasta que la mezcla quede aireada y cremosa.
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Agregá la zanahoria rallada y las pasas rubias, mezclando bien para que se integren a la preparación.
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En otro recipiente, tamizá las harinas de almendras y avena junto con el polvo de hornear, la canela y la nuez moscada.
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Incorporá los ingredientes secos de a poco a la mezcla húmeda, alternando con la leche vegetal. Mezclá con movimientos envolventes hasta obtener una masa pareja, sin batir demasiado.
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Verté la preparación en un molde redondo o rectangular (previamente engrasado y espolvoreado con harina de avena).
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Llevá al horno precalentado a 180 °C y cociná durante 25 a 30 minutos, o hasta que al insertar un palillo salga limpio.
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Retirá del horno, dejá enfriar completamente y desmoldá con cuidado.
Tips y consejos:
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Si querés una versión más húmeda, podés añadir una cucharada extra de yogur o un chorrito de aceite de coco.
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Para una cobertura más cremosa, batí el queso crema con la stevia hasta lograr una textura suave y liviana, y cubrí el pastel cuando esté completamente frío.
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Podés agregar nueces o almendras picadas a la mezcla para darle más textura.
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Si no tenés avena certificada sin gluten, asegurate de usar una que sea apta para celíacos.
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Este pastel se conserva en la heladera hasta cinco días, bien cubierto o dentro de un recipiente hermético.
Liviano, sin gluten y con un sabor casero irresistible, este pastel es la prueba de que comer saludable no significa renunciar a lo rico.