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Trucos de Cocina

Trucos para congelarlas sin que pierdan sabor ni textura.

Las frutillas son deliciosas y versátiles, pero tienen un problema: duran poco.

Por suerte, congelarlas correctamente permite disfrutarlas durante meses sin que pierdan su sabor natural ni su textura.

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El secreto está en prepararlas bien antes de llevarlas al freezer y en seguir unos pasos simples para que mantengan todo su color, aroma y dulzura.

Qué necesitás

  • Frutillas frescas y firmes

  • Agua

  • Vinagre blanco o de manzana

  • Papel de cocina o repasador

  • Bandeja grande

  • Papel manteca o film

  • Bolsas herméticas o recipientes aptos para freezer

Paso a paso

  1. Seleccioná las frutillas adecuadas
    Elegí las que estén en su punto justo de madurez: ni verdes ni pasadas. Las que estén demasiado blandas o con moho no sirven para congelar, ya que afectarán al resto.

  2. Limpialas correctamente
    Prepará una mezcla de una parte de vinagre por tres partes de agua. Sumergí las frutillas unos minutos y luego enjuagalas con agua fría. Este paso ayuda a eliminar bacterias y prolongar su conservación.

  3. Secalas con cuidado
    Extendelas sobre papel de cocina o un repasador limpio. Asegurate de que queden completamente secas antes de congelarlas, ya que la humedad genera cristales de hielo y arruina la textura.

  4. Quitales el cabito
    Una vez secas, retirá los cabitos con la mano o con un cuchillo pequeño. Si lo hacés antes del lavado, el agua puede filtrarse dentro de la fruta y afectar su sabor.

  5. Congelado rápido en bandeja
    Colocá las frutillas en una bandeja cubierta con papel manteca, separadas entre sí para que no se peguen. Llevá al freezer por unas 2 o 3 horas, o hasta que estén completamente duras.

  6. Guardá en bolsas o frascos
    Una vez congeladas, pasalas a una bolsa hermética o recipiente cerrado. Así ocupan menos espacio y no absorben olores del freezer.

Consejos:

  • Si querés usarlas para licuados o postres, podés cortarlas a la mitad antes de congelar.

  • Para preparaciones dulces, podés espolvorearlas con una cucharadita de azúcar antes de guardarlas; esto ayuda a conservar su sabor.

  • Evitá descongelarlas a temperatura ambiente, ya que se ablandan demasiado. Lo ideal es pasarlas del freezer a la heladera unas horas antes de usarlas.

  • Si las vas a usar para cocinar (como en salsas o mermeladas), podés agregarlas directamente congeladas.

  • Almacenadas correctamente, pueden durar hasta 8 meses sin perder sabor ni color.

Congelar frutillas de esta manera es una excelente forma de tener siempre a mano una fruta fresca, lista para disfrutar en licuados, tortas, compotas o como topping natural.

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