Estos alfajores son una versión liviana, nutritiva y muy rica del clásico de maicena.
Al combinar avena molida con maicena, se obtiene una textura suave, ligeramente húmeda y con un sabor delicioso.
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Ideales para quienes buscan una opción más saludable, sin dejar de lado el placer de un buen alfajor casero.
Ingredientes
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1 taza de avena molida (podés procesar la avena común hasta que quede tipo harina)
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1 taza de maicena
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2 huevos
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3 cucharadas de aceite neutro (girasol o maíz)
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1 cucharada de endulzante (puede ser alulosa, stevia o azúcar común)
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½ cucharadita de esencia de vainilla
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½ cucharadita de polvo de hornear
Relleno:
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Dulce de leche sin azúcar (o tradicional, según preferencia)
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Coco rallado para rebozar
Preparación
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En un bowl, mezclá la avena molida, la maicena, el endulzante y el polvo de hornear.
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Agregá los huevos, el aceite y la esencia de vainilla. Mezclá con cuchara o espátula hasta formar una masa suave y homogénea. Si notás que está muy seca, podés añadir una cucharadita extra de aceite o un chorrito de leche.
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Envolvé la masa en film y dejala descansar 10 minutos a temperatura ambiente.
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Precalentá el horno a 180 °C y prepará una placa con papel manteca o apenas engrasada.
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Estirá la masa con un palo de amasar hasta que quede de medio centímetro de grosor.
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Cortá las tapitas con un cortante redondo o el borde de un vaso y colocalas en la placa.
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Horneá entre 8 y 10 minutos, o hasta que los bordes comiencen a dorarse levemente. No las cocines de más para que queden tiernas.
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Dejalas enfriar por completo antes de rellenar.
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Colocá una cucharada de dulce de leche sobre una tapita y tapá con otra, presionando suavemente para que el relleno se distribuya.
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Pasá los bordes por coco rallado y listo.
Tips y consejos:
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Si querés una versión más húmeda, podés agregar una cucharada de yogur o de crema a la masa.
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Para hacerlos sin azúcar, asegurate de usar dulce de leche sin azúcar y endulzante natural.
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Si te gusta el toque cítrico, agregá un poco de ralladura de limón o naranja a la masa.
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Se conservan muy bien durante varios días en un recipiente hermético, y también se pueden freezar por hasta un mes.
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Quedan riquísimos acompañados con un mate, té o café, y son una excelente opción para una merienda casera más liviana.
Una receta fácil, saludable y deliciosa, perfecta para disfrutar de un clásico con una vuelta más natural y liviana.