Nunca me canso de hacer este bizcochuelo

Nada se compara con el aroma de un bizcochuelo recién horneado, suave, húmedo y con ese toque cítrico que lo hace irresistible.

Esta receta es una de esas que se vuelven infalibles: simple, económica y perfecta para cualquier ocasión, desde el desayuno hasta la merienda.

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Su textura esponjosa y su sabor fresco lo convierten en un clásico que siempre sale bien.

Ingredientes

• 3 huevos grandes

• 1 vasito de yogur de vainilla (125 g)

• 1 vasito de azúcar

• 1 vasito de aceite de girasol (o de oliva suave)

• 1 vasito de leche

• 3 vasitos de harina común (0000)

• 16 g de polvo para hornear

• 8 g de azúcar vainillado o 1 cucharadita de esencia de vainilla

• 1 pizca de sal

• Ralladura de 1 limón fresco

• 2 cucharadas de jugo de limón

Preparación

1. Precalentar el horno a 180 °C y enmantecar y enharinar un molde para bizcochuelo.

2. En un bol grande, batir los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa y clara.

3. Incorporar el yogur, la leche y el aceite. Batir hasta integrar por completo.

4. Agregar la ralladura y el jugo de limón junto con la esencia o el azúcar vainillado. Mezclar bien.

5. En otro recipiente, tamizar la harina, el polvo de hornear y la pizca de sal.

6. Incorporar los ingredientes secos a la mezcla líquida, de a poco, mientras se revuelve con movimientos envolventes para mantener el aire en la masa.

7. Verter la preparación en el molde y alisar la superficie.

8. Hornear durante 35 a 40 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.

9. Dejar enfriar unos minutos antes de desmoldar y colocar sobre una rejilla para que se enfríe completamente.

Consejos:

• Más húmedo: Si querés un bizcochuelo más jugoso, pincelalo con un poco de almíbar tibio con jugo de limón apenas lo saques del horno.

• Toque especial: Agregá una cucharada de coco rallado o semillas de amapola a la masa para variar la textura.

• Versión sin yogur: Podés reemplazar el yogur por crema de leche o por ricota batida si querés un sabor más intenso.

• Conservación: Guardalo en un recipiente hermético o cubierto con film. Se mantiene fresco por 3 o 4 días y puede congelarse hasta por un mes.

• Presentación: Espolvoreá con azúcar impalpable o cubrí con un glaseado de limón para un toque más elegante.

Este bizcochuelo es una de esas recetas que nunca fallan: simple, esponjosa y deliciosa.

Perfecta para acompañar el mate, un café o para disfrutar sola, recién salida del horno.