Las galletas caseras son un clásico que nunca pasa de moda.
Con pocos ingredientes y un poco de creatividad se pueden lograr versiones irresistibles, ideales para acompañar el mate, el café de la tarde o para agasajar a la familia.

Te recomendamos: Desde que probé esta receta ¡No compro más en la panadería! Siempre los preparo en casa
Hoy te enseño 4 recetas distintas, fáciles y riquísimas, que podés hacer en casa y disfrutar recién salidas del horno.
1. Galleta de leche condensada con franja de chocolate
Ingredientes
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200 g de fécula de maíz 
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100 g de manteca blanda 
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4 cucharadas de azúcar 
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1 lata (395 g) de leche condensada azucarada 
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2 cucharadas de cacao en polvo 
Preparación
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En un bol grande colocar la fécula de maíz, la manteca, el azúcar y la leche condensada. Amasar hasta obtener una mezcla suave y sin grumos. 
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Separar una parte pequeña de la masa y mezclarla con el cacao para formar la masa de chocolate. 
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Con la masa clara, formar bolitas medianas. Tomar pequeñas tiras de la masa de cacao y colocarlas alrededor de cada bolita, como si fueran una franja decorativa. 
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Acomodar las galletas en una bandeja enmantecada o cubierta con papel manteca, dejando espacio entre ellas. 
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Hornear a 180 °C por unos 15 minutos. No deben dorarse demasiado para que conserven su textura tierna. 
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Dejar enfriar sobre rejilla antes de servir. 
2. Galleta de manteca con dulce de membrillo estilo flor
Ingredientes
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200 g de manteca sin sal 
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200 g de azúcar 
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1 huevo 
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1 cucharadita de esencia de vainilla 
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300 g de harina común 
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Cubitos de dulce de membrillo 
Preparación
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Batir la manteca con el azúcar hasta que la mezcla quede cremosa y pálida. 
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Incorporar el huevo y la esencia de vainilla, batiendo hasta integrar. 
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Agregar la harina de a poco, mezclando con espátula hasta formar una masa suave y manejable. 
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Colocar la masa en una manga pastelera con boquilla de estrella y formar flores sobre una bandeja enmantecada. 
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Poner un cubito de membrillo en el centro de cada galleta, presionando suavemente. 
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Hornear a 180 °C por 12 a 15 minutos, hasta que estén apenas doradas en la base. 
3. Galletas espirales de chocolate y frutilla
Ingredientes
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200 g de manteca sin sal 
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200 g de azúcar 
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1 huevo 
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1 cucharadita de esencia de vainilla 
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360 g de harina 
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2 cucharadas de cacao en polvo 
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1 cucharadita de esencia de frutilla o unas gotas de colorante rosa 
Preparación
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Batir la manteca con el azúcar hasta que quede cremosa. Añadir el huevo y la vainilla. 
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Agregar la harina de a poco hasta lograr una masa uniforme. 
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Dividir en dos partes: una mezclarla con el cacao y la otra con la esencia de frutilla o colorante rosa. 
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Estirar cada masa en forma de rectángulo. Superponerlas y enrollar firmemente como un pionono. 
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Envolver en film y llevar a la heladera por 30 minutos para que endurezca. 
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Cortar rodajas de 1 cm de grosor y colocarlas en una placa enmantecada. 
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Hornear a 180 °C por 12 a 15 minutos. Dejar enfriar sobre rejilla. 
4. Galletas de manteca con membrillo en flor pequeña
Ingredientes
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150 g de manteca sin sal 
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100 g de azúcar 
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1 huevo 
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250 g de harina 
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Pedacitos de dulce de membrillo 
Preparación
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Batir la manteca con el azúcar hasta formar una crema. 
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Agregar el huevo y seguí batiendo. 
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Incorporar la harina poco a poco hasta tener una masa suave. 
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Colocar en una manga pastelera con boquilla de flor y formar pequeñas flores en una placa enmantecada. 
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Poner un pedacito de membrillo en el centro de cada flor. 
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Hornear a 180 °C durante unos 12 minutos, hasta que los bordes estén apenas dorados. 
Consejos para todas las recetas
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Dejá siempre enfriar las galletas sobre rejilla para que no se humedezcan en la base. 
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Guardalas en frascos o latas herméticas para que conserven su textura crocante por más días. 
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Podés variar los rellenos: en lugar de membrillo usar dulce de leche repostero, chips de chocolate o mermeladas caseras. 
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No sobrecocines las galletas: el secreto es sacarlas cuando todavía están claras para que no queden duras. 
Con estas 4 recetas vas a poder preparar galletas diferentes, todas caseras, fáciles y llenas de sabor.
Ideales para acompañar el mate, el té o para compartir con la familia.