Si buscás un postre fresco, suave y lleno de sabor, estos mini cheesecakes de limón son la opción ideal.
Se preparan con ingredientes simples y son perfectos para compartir o vender.
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Además, no requieren moldes especiales, solo una bandeja de muffins y mucho cariño.
Ingredientes
Para la base:
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150 g de galletitas tipo María (o similares)
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70 g de manteca derretida
Para el relleno:
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250 g de queso crema
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100 g de azúcar
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1 huevo
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1 yema
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1 cucharadita de esencia de vainilla
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Ralladura de 1 limón
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2 cucharadas de jugo de limón
Para decorar:
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Rodajitas finas de limón
Preparación
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Precalentá el horno a 170 °C y colocá pirotines en una bandeja para muffins.
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Triturá las galletitas hasta que queden bien molidas. Podés usar un bol y pisarlas con una cuchara o un rodillo si no tenés procesadora.
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Mezclá las galletitas con la manteca derretida hasta formar una masa arenosa.
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Colocá una cucharada de esta mezcla en cada pirotín y aplastá con el dorso de una cuchara para que quede bien firme.
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Llevá al horno por 5 minutos, retiralos y dejá enfriar.
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Para el relleno, batí el queso crema con el azúcar hasta que esté bien liso.
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Agregá el huevo entero y la yema, batiendo después de cada uno hasta integrar.
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Sumá la vainilla, la ralladura y el jugo de limón. Mezclá hasta tener una crema pareja.
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Verté esta mezcla en los moldes con la base, llenando casi hasta el borde.
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Horneá por 15 a 18 minutos, o hasta que el centro esté apenas firme pero no seco.
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Retirá del horno y dejá enfriar primero a temperatura ambiente. Luego llevá a la heladera por al menos 2 horas.
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Una vez fríos, decorá con una rodajita fina de limón encima antes de servir.
Consejos:
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Para una base más crocante, podés agregar una cucharadita de azúcar a las galletitas molidas.
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Si querés un sabor más intenso, usá ralladura de lima o combiná limón y naranja.
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Estos mini cheesecakes duran hasta 5 días en la heladera en un recipiente hermético.
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Si querés presentarlos mejor, podés usar cápsulas decoradas o servirlos en pirotines de aluminio.
Estos mini cheesecakes de limón son perfectos para una merienda especial, una mesa dulce o simplemente para disfrutar algo rico en casa.
Frescos, suaves y con ese toque cítrico que enamora.