Las mermeladas sin azúcar son una opción ideal para quienes buscan cuidar su alimentación sin resignar sabor.
Son perfectas para untar en tostadas, acompañar yogures, rellenar tortas o simplemente disfrutar a cucharadas.
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A continuación, te explicamos cómo preparar cuatro versiones caseras con frutas naturales, sin conservantes y sin azúcar refinada.
Mermelada de Frutilla sin Azúcar
Ingredientes:
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500 g de frutillas frescas o congeladas
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4 a 6 dátiles sin carozo (opcional, para endulzar)
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Jugo de ½ limón
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1 cucharadita de semillas de chía (opcional, para espesar)
Preparación:
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Lavá bien las frutillas y cortalas en trozos medianos.
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Colocalas en una olla a fuego bajo junto con los dátiles picados y el jugo de limón.
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Cociná durante 20 a 25 minutos, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue.
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Si querés una textura más suave, podés pisarlas con tenedor o procesarlas con minipimer.
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Agregá las semillas de chía y cociná 5 minutos más, revolviendo.
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Enfriá y envasá en frascos esterilizados. Guardá en heladera hasta 10 días.
Mermelada de Manzana y Canela sin Azúcar
Ingredientes:
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3 manzanas verdes peladas y picadas
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½ taza de agua
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½ cucharadita de canela molida
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1 cucharadita de jugo de limón
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Stevia líquida o eritritol (opcional)
Preparación:
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Colocá las manzanas, agua y canela en una cacerola a fuego medio.
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Cociná durante unos 20 minutos o hasta que la manzana esté completamente blanda.
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Pisá con tenedor o procesá para una consistencia más fina.
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Añadí el jugo de limón y endulzá a gusto si lo necesitás.
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Cociná unos minutos más y envasá en caliente.
Mermelada de Durazno sin Azúcar
Ingredientes:
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500 g de duraznos pelados y en cubos
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½ taza de agua
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4 dátiles (opcional)
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1 cucharadita de jugo de limón
Preparación:
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Llevá los duraznos a fuego medio con el agua y los dátiles.
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Cociná hasta que los duraznos estén tiernos y empiecen a deshacerse.
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Pisá o procesá para lograr la textura deseada.
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Agregá el jugo de limón y cociná 5 minutos más.
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Envasá en frascos esterilizados, tapá y dejá enfriar.
Mermelada de Arándanos sin Azúcar
Ingredientes:
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300 g de arándanos (frescos o congelados)
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3 dátiles picados o 2 cucharadas de eritritol
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1 cucharadita de jugo de limón
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½ cucharadita de semillas de chía
Preparación:
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Colocá los arándanos en una olla con los dátiles y el jugo de limón.
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Cociná a fuego bajo durante 15 minutos, removiendo con cuchara de madera.
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Procesá ligeramente si preferís una mermelada más homogénea.
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Incorporá la chía y cociná otros 5 minutos.
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Dejá enfriar antes de guardar en frascos herméticos.
Estas mermeladas naturales, además de ser saludables, se pueden conservar en la heladera hasta una semana, o congelar porcionadas para usar cuando quieras.
Si buscás un desayuno o merienda más liviana y libre de azúcar, estas recetas son la solución perfecta.