La crema pastelera es una de esas preparaciones clásicas de la repostería que no pueden faltar en la cocina.
Es versátil, fácil de hacer y con algunos cambios simples se puede adaptar a distintos gustos y necesidades.
Te recomendamos: Cómo hacer Crema pastelera de Naranja
Acá te mostramos 4 variantes bien distintas: la tradicional con huevo entero, una más suave con solo yemas, una versión sin huevo para días calurosos, y una irresistible con chocolate.
1. Clásica con huevo entero
Es la más conocida y utilizada.
Tiene buen cuerpo, es firme y con un sabor equilibrado. Ideal para rellenar tortas, tartas, profiteroles o facturas.
Ingredientes:
-
500 ml de leche
-
100 g de azúcar
-
3 yemas + 1 huevo entero
-
50 g de maicena
-
1 cucharadita de esencia de vainilla
-
Piel de 1 limón (opcional)
Preparación:
-
Colocá la leche en una cacerola junto con la piel de limón (solo la parte amarilla) y llevá a fuego medio hasta que esté a punto de hervir.
-
En un bol, batí las yemas, el huevo entero, el azúcar y la maicena. Mezclá hasta que no queden grumos.
-
Retirá la leche del fuego, quitá la piel del limón y verté un poco sobre la mezcla de yemas, batiendo rápidamente para evitar que el huevo se cocine.
-
Uní todo de nuevo en la olla y llevá al fuego bajo, revolviendo constantemente con cuchara de madera o batidor de alambre.
-
Cuando espese bien (tarda unos minutos), retirá del fuego y agregá la esencia de vainilla. Mezclá bien.
-
Tapá con film en contacto y dejá enfriar completamente antes de usar.
2. Solo con yemas (más suave y dorada)
Esta versión tiene un color más intenso y una textura más sedosa.
Es ideal para postres más delicados o rellenos de facturas.
Ingredientes:
-
500 ml de leche
-
120 g de azúcar
-
5 yemas
-
40 g de maicena
-
1 cucharadita de esencia de vainilla
Preparación:
-
Calentá la leche en una cacerola hasta que casi rompa hervor.
-
En un bol, mezclá las yemas con el azúcar, la esencia de vainilla y la maicena. Batí hasta que quede una crema lisa.
-
Incorporá de a poco la leche caliente a la mezcla de yemas, batiendo para que no se cocinen.
-
Volvé toda la mezcla a la olla y cociná a fuego bajo, revolviendo constantemente con batidor o cuchara hasta que espese.
-
Una vez lista, retirala del fuego, tapá con film en contacto y dejá enfriar.
3. Sin huevo (más liviana, ideal para el calor)
Una alternativa más liviana, sin huevo, que igualmente tiene buen sabor y textura.
Perfecta para quienes buscan una opción sin colesterol o para días de mucho calor.
Ingredientes:
-
500 ml de leche
-
100 g de azúcar
-
50 g de maicena
-
1 cucharadita de esencia de vainilla
-
1 cucharada de manteca (opcional)
Preparación:
-
En una olla, mezclá la leche fría con el azúcar, la maicena y la esencia de vainilla. No hace falta batir demasiado, solo que no queden grumos.
-
Llevá a fuego medio y cociná revolviendo con cuchara de madera o batidor hasta que espese. No te vayas, porque una vez que empieza a espesar, lo hace rápido.
-
Si querés, agregá una cucharada de manteca al final para darle brillo y un poco más de untuosidad.
-
Retirá del fuego, tapá con film en contacto y dejá enfriar completamente.
4. Crema pastelera de chocolate
La más golosa de todas. Ideal para tortas, milhojas, cañoncitos o simplemente para comer a cucharadas.
Tiene una textura rica y cremosa, con sabor intenso a chocolate.
Ingredientes:
-
500 ml de leche
-
100 g de azúcar
-
3 yemas + 1 huevo
-
40 g de maicena
-
1 cucharadita de esencia de vainilla
-
100 g de chocolate negro o semi amargo picado
Preparación:
-
Prepará una crema pastelera clásica: calentá la leche, mezclá las yemas con el huevo, el azúcar, la maicena y la vainilla.
-
Verté la leche caliente sobre la mezcla, revolvé bien y volvé a cocinar todo junto hasta que espese.
-
Una vez espesa y aún caliente, agregá el chocolate picado y mezclá enérgicamente hasta que se derrita por completo y se integre bien.
-
Tapá con film en contacto y dejá enfriar antes de usar.
Consejos finales:
-
Siempre tapá la crema con film en contacto mientras se enfría para evitar que se forme una costra en la superficie.
-
Se puede conservar en heladera hasta 3 días.
-
Si se pone muy espesa, batila un poco o agregale unas cucharadas de leche fría antes de usar.
-
Podés saborizar con canela, ralladura de naranja, café soluble o esencia de almendras para darle variantes extra.
Cada versión tiene su encanto y su utilidad. Elegí la que más se adapte a tu receta o combinalas para lograr contrastes de sabor. ¿Cuál vas a probar primero?