Una receta simple, sabrosa y perfecta para compartir en cualquier comida del día.
Estas tortitas combinan lo cremoso del puré de papa con el sabor suave del brócoli y la textura fundente del queso, dando como resultado una preparación crocante por fuera y tierna por dentro.

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Son ideales para aprovechar vegetales y ofrecer una opción casera y nutritiva.
Ingredientes
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3 papas medianas 
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1 planta de brócoli 
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150 g de queso cremoso o mozzarella rallada 
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2 cucharadas de queso rallado tipo parmesano 
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1 huevo 
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2 cucharadas de harina común 
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1 cucharadita de sal 
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1 pizca de pimienta negra 
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1 cucharadita de ajo en polvo (opcional) 
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Aceite para cocinar (puede ser de girasol o mezcla) 
Preparación
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Pelá las papas y hervilas en una olla con agua y sal hasta que estén bien tiernas. Escurrí y hacé un puré bien liso. Dejá enfriar. 
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Mientras tanto, separá el brócoli en pequeños arbolitos y hervilos en agua con sal durante unos 3 a 5 minutos. Deben quedar cocidos pero firmes. Luego, colalos bien y picalos en trozos chicos. 
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En un bol grande, mezclá el puré de papa con el brócoli picado, el queso cremoso o mozzarella, el queso rallado, el huevo, la harina, la sal, la pimienta y el ajo en polvo si usás. Uní todo hasta que tengas una masa consistente. 
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Con las manos levemente húmedas, formá pequeñas tortitas del mismo tamaño. Si la mezcla está muy blanda, podés agregar una cucharadita extra de harina o enfriarla un rato en heladera. 
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Calentá una sartén antiadherente con un poco de aceite y cociná las tortitas a fuego medio. Doralas bien de ambos lados, unos 3 a 4 minutos por cada uno, hasta que estén bien doradas y el queso del interior se haya derretido. 
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Retirá las tortitas de la sartén y colocalas sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite. 
Consejos
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Si querés una versión al horno, podés colocarlas en una placa con papel manteca y rociarlas con un poco de aceite en aerosol. Horneá a 200 °C por 20 minutos, dándolas vuelta a mitad de cocción. 
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Podés sumarle cebolla salteada o espinaca picada para variar el sabor. 
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Acompañalas con una salsa de yogur con limón o con una mayonesa casera con mostaza. 
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Estas tortitas se pueden congelar ya cocidas y luego calentar en horno o sartén para que queden crocantes nuevamente. 
Una receta ideal para incorporar vegetales de forma sabrosa y que encanta tanto a chicos como a grandes.
Probá hacerlas en casa y descubrí lo ricas que pueden ser con ingredientes simples.