Cuando el cuerpo y la mente se sienten saturados, una taza de té caliente puede convertirse en un verdadero remedio natural.
Las infusiones de hierbas actúan suavemente sobre el sistema nervioso, ayudando a relajar, dormir mejor y reducir la ansiedad.

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Cada planta tiene sus propias propiedades y, aunque todas aportan calma, la manera de prepararlas puede variar ligeramente para aprovechar mejor sus beneficios.
Té de manzanilla
La manzanilla es el clásico relajante natural.
Ayuda a aliviar la ansiedad, reducir la tensión y favorecer el sueño.
También calma el estómago y mejora la digestión, ideal cuando el estrés provoca molestias abdominales.
Cómo prepararlo:
Colocá 1 cucharada de flores de manzanilla secas (o una bolsita) en una taza de agua caliente. Tapá y dejá reposar 10 minutos. Colá y endulzá con miel si lo deseás. Lo mejor es tomarlo media hora antes de dormir para relajar el cuerpo y descansar mejor.
Té de valeriana
La valeriana tiene un efecto sedante más potente.
Es ideal para quienes sufren insomnio, irritabilidad o ansiedad persistente.
Actúa directamente sobre el sistema nervioso, promoviendo la relajación sin generar dependencia.
Cómo prepararlo:
Usá 1 cucharadita de raíz seca de valeriana por cada taza de agua. Herví durante 5 minutos, apagá el fuego y dejá reposar otros 10. Colá y tomá tibio, preferentemente antes de acostarte. Tiene un sabor algo amargo, por lo que se puede combinar con manzanilla o miel para suavizarlo.
Té de tilo (tila)
El té de tilo es excelente para calmar los nervios, aliviar dolores musculares y reducir la tensión mental.
También ayuda a conciliar el sueño y disminuir los síntomas del estrés cotidiano.
Cómo prepararlo:
Colocá 1 cucharada de flores secas de tilo en una taza de agua caliente. Tapá, dejá reposar entre 8 y 10 minutos, colá y tomá lentamente. Este té puede beberse hasta dos veces al día, especialmente en momentos de mucha tensión.
Té de lavanda
La lavanda, además de tener un aroma relajante, actúa como ansiolítico natural.
Ayuda a reducir la ansiedad, el insomnio y la irritabilidad.
También contribuye a aliviar dolores de cabeza provocados por tensión emocional.
Cómo prepararlo:
Agregá 1 cucharadita de flores secas de lavanda en una taza de agua recién hervida. Tapá y dejá reposar durante 10 minutos. Colá y endulzá si lo preferís. Se puede preparar igual que el té de manzanilla. Ideal para la noche o momentos de estrés mental.
Té de melisa (toronjil)
La melisa es un ansiolítico suave, ideal para quienes sufren ansiedad leve o episodios de angustia.
Relaja los músculos, calma los nervios y favorece un sueño tranquilo.
También ayuda a aliviar palpitaciones y molestias digestivas causadas por la tensión.
Cómo prepararlo:
Colocá 1 cucharada de hojas secas de melisa en una taza de agua caliente. Tapá y dejá reposar 10 minutos. Colá antes de beber. Si querés potenciar su efecto, podés prepararlo igual que el té de tilo y tomarlo antes de dormir.
Estos tés naturales son una excelente forma de cuidar tu bienestar sin recurrir a medicamentos.
Preparalos con calma, disfrutá el aroma y el momento de pausa.
Incorporar una infusión relajante a tu rutina diaria puede ayudarte a reducir el estrés, descansar mejor y recuperar el equilibrio emocional.