Si estás buscando una alternativa diferente a la clásica tarta de jamón y queso, esta receta de tarta de pollo y zapallitos es ideal para disfrutar de una comida rica, nutritiva y bien calentita.
Combinando ingredientes frescos y fáciles de conseguir, vas a obtener un plato sabroso que podés preparar en poco tiempo.
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Ingredientes
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1 tapa de pascualina (puede ser de masa integral si preferís)
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1 suprema de pollo
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1 morrón
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1 cebolla
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1 kilo de zapallitos
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6 o 7 champiñones
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1 cucharada sopera de queso untable (opcional)
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3 huevos
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Condimentos: ají molido, pimentón dulce, pimienta blanca, ajo en polvo y sal
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Queso cremoso light a gusto
Preparación
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Comenzá cortando todos los vegetales en cubos pequeños. Esto incluye los zapallitos, el morrón, la cebolla y los champiñones. Reservá estos últimos para agregarlos al final de la cocción.
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En una sartén grande, cociná primero los zapallitos a fuego medio. No hace falta agregar aceite, ya que ellos mismos largarán suficiente líquido para cocinarse.
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Una vez que los zapallitos empiecen a ablandarse, incorporá la cebolla y el morrón. Rehogá todo junto hasta que las verduras estén tiernas.
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Añadí los champiñones cortados y cociná unos minutos más hasta que estén apenas dorados.
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Sumá la suprema de pollo, previamente hervida y desmenuzada. Mezclá bien para integrar todos los ingredientes.
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Condimentá a gusto con ají molido, pimentón dulce, pimienta blanca, ajo y sal. Si querés, podés agregar una cucharada de queso untable para darle mayor cremosidad al relleno.
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Incorporá los huevos crudos y mezclá todo muy bien hasta que la preparación quede homogénea.
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Colocá la masa de pascualina en una tartera previamente engrasada. Volcá el relleno sobre la base y distribuí de manera pareja.
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Cortá rodajas de queso cremoso y distribuilas por encima del relleno para darle un toque más suave y derretido al hornearla.
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Llevá la tarta a horno medio, precalentado a 180°C, y cociná entre 30 y 40 minutos o hasta que la superficie esté dorada y el relleno bien firme.
Consejos:
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Si querés, podés sumar un poco de queso rallado en la superficie antes de llevar al horno para que quede aún más gratinada.
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Para una versión más liviana, podés utilizar queso descremado y reducir la cantidad de huevos a dos.
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Si no tenés champiñones, podés reemplazarlos por otra verdura como zanahoria rallada o agregar más morrón.
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Esta tarta también se puede comer fría, ideal para llevar en viandas o disfrutar en un picnic.
Con esta receta simple y casera, vas a poder disfrutar de una tarta de pollo y zapallitos bien sabrosa, perfecta para cualquier comida del día.