La tarta cremosa es uno de esos postres que, una vez que lo probás, se convierte en un favorito de la casa.
Su textura suave y su sabor dulce, acompañado de ingredientes simples, la hacen una opción perfecta para disfrutar en cualquier ocasión.
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Ya sea para una merienda o un postre después de una buena comida, esta tarta nunca falla. Lo mejor de todo es que no necesita técnicas complicadas ni ingredientes difíciles de conseguir.
Además, es tan versátil que podés acompañarla con lo que más te guste: frutas frescas, crema batida o incluso un toque de dulce de leche.
Ingredientes
- 2 tazas de harina de trigo (sin levadura)
- 4 huevos
- 1 lata de leche condensada
- 2 ½ tazas de leche
- 2 cucharadas de manteca o margarina
- 2 tazas de azúcar
Preparación
- Colocá todos los ingredientes en la licuadora: harina, huevos, leche condensada, leche, manteca y azúcar.
- Batí la mezcla durante unos 2 minutos, asegurándote de que quede bien homogénea.
- Previamente, enmantecá y espolvoreá con harina un molde para evitar que la tarta se pegue durante la cocción.
- Verté la mezcla en el molde preparado y nivelá la superficie con una espátula para que quede pareja.
- Precalentá el horno a 180°C y una vez caliente, colocá la tarta en el horno.
- Horneá durante aproximadamente 1 hora. Sabés que está lista cuando la superficie esté dorada y al insertar un palillo en el centro, salga limpio.
- Retirá la tarta del horno y dejala enfriar antes de desmoldarla para que no se desarme.
- Serví la tarta cremosa fría o a temperatura ambiente, según tu preferencia.
Consejos
- Ajustes de dulzura: Si preferís un postre menos dulce, podés reducir la cantidad de azúcar a 1 ½ tazas. La leche condensada ya aporta bastante dulzor, por lo que el resultado seguirá siendo delicioso, pero más suave.
- Aromas adicionales: Si querés darle un toque distinto, podés agregar una cucharadita de esencia de vainilla o ralladura de limón a la mezcla. Esto le aportará un aroma fresco y más profundidad de sabor a la tarta.
- Acompañamientos: Una vez lista, la tarta cremosa se puede servir sola o acompañada de otros ingredientes. Frutas frescas como frutillas, arándanos o duraznos le darán un toque de frescura. También podés agregar crema batida o un chorrito de miel para hacerla aún más irresistible.
- Molde adecuado: Si no tenés un molde específico para tartas, podés utilizar cualquier recipiente apto para horno. Solo asegurate de que sea lo suficientemente profundo para contener la mezcla sin que se desborde durante la cocción.
Con pocos ingredientes y un proceso de preparación sencillo, el resultado es una tarta suave, esponjosa y cargada de sabor.
¡Perfecta para compartir con amigos o en familia!