Categorías
Recetas de Comidas

¡Solo papas y queso! ¡Se habrán ido en un minuto!

Las papas siempre tienen ese don de conquistar paladares. Son económicas, fáciles de conseguir y se transforman en un plato delicioso con apenas un par de ingredientes extra.

Esta receta es la prueba de que, con un poco de queso, manteca y condimentos, podés lograr una preparación que va a desaparecer del plato antes de que te des cuenta.

Te recomendamos: Huevos con salsa cremosa de eneldo y papas tiernas

Ideal para acompañar carnes, pollos, pescados o para disfrutar sola en una picada improvisada.

Ingredientes

  • 1,5 kg de papas lavadas con cáscara

  • Manteca (cantidad a gusto)

  • Sal (a gusto)

  • Pimentón, ajo en polvo y pimienta negra (a gusto)

  • Queso rallado (puede ser mozzarella, provolone, sardo o mezcla, a gusto)

Preparación

  1. Precalentar el horno a 180 °C, asegurándote de que esté bien caliente antes de meter las papas.

  2. Lavar bien las papas con un cepillo para quitar toda la tierra de la cáscara. Se pueden dejar enteras para una presentación más rústica o cortar en cuartos o rodajas gruesas para que se cocinen más rápido.

  3. Derretir la manteca y volcarla sobre las papas, mezclando bien para que cada una quede cubierta. Si preferís, podés cortar la manteca en cubitos y repartirlos entre las papas para que se derrita durante la cocción.

  4. Condimentar con sal, pimentón, ajo en polvo y pimienta negra. Mezclar nuevamente para que las especias se distribuyan de forma pareja.

  5. Pasar las papas a una fuente para horno, procurando que no queden amontonadas para que se doren bien por fuera.

  6. Espolvorear generosamente con el queso rallado elegido, asegurando una cobertura abundante para lograr ese gratinado dorado irresistible.

  7. Llevar al horno por aproximadamente 30 minutos, o hasta que las papas estén tiernas por dentro y el queso burbujeante y dorado por encima.

  8. Retirar, dejar reposar un par de minutos y servir calientes para disfrutar al máximo su textura.

Consejos:

  • Para que queden extra crocantes, cortá las papas en gajos y, antes de hornearlas, dejalas en remojo con agua fría 20 minutos para eliminar parte del almidón.

  • Usá una mezcla de quesos para potenciar el sabor: la mozzarella da elasticidad, el provolone aporta intensidad y el sardo un toque salado.

  • Si querés un plus de sabor, sumales panceta ahumada previamente dorada o chorizo colorado en cubitos.

  • Unas hierbas frescas como perejil o ciboulette al final aportan color y frescura.

  • Para quienes disfrutan de un toque picante, una pizca de ají molido hace maravillas.

  • Este plato también se puede preparar en la freidora de aire: solo tenés que bajar un poco la temperatura y controlar el dorado.

  • Si sobran (algo poco probable), guardalas en un recipiente hermético en la heladera y recalentá en horno o sartén para que recuperen su crocante.

Las papas gratinadas con queso son ese comodín que siempre arranca elogios y que, seguramente, se termine mucho antes de lo que imaginabas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *