Los bidones vacíos suelen acumularse sin uso y terminan en la basura.
Sin embargo, con un poco de ingenio, se pueden transformar en objetos útiles y decorativos.
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Te mostramos cómo convertirlos en macetas y otras ideas para aprovecharlos al máximo.
Qué necesitás
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Bidón plástico limpio (de agua, lavandina, detergente, etc.)
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Tela de yute o arpillera
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Hilo de algodón o soga fina
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Cinta decorativa
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Pintura acrílica o en aerosol
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Pegamento de contacto o silicona caliente
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Tijera o cúter
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Corchos (opcional)
Cómo hacer una maceta decorativa con un bidón
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Lavá bien el bidón y dejalo secar. Elegí uno que tenga buena base para que sea estable.
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Cortá la parte superior del bidón dejando una altura de entre 15 y 20 cm, según el tamaño de planta que quieras poner.
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Lijá los bordes con una lija fina para que no queden filosos y sea seguro al manipular.
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Pintá el bidón con pintura acrílica o aerosol del color que prefieras. Si tiene letras o colores fuertes, podés aplicar primero una base blanca.
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Una vez seco, decorá envolviendo la parte inferior con tela de yute, fijándola con silicona caliente. También podés colocar cinta decorativa en el borde superior.
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Para darle un toque extra, pegá corchos a modo de patas o como adorno frontal. Otra opción es trenzar hilo de algodón y usarlo como detalle.
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Hacé algunos agujeritos en la base para el drenaje. Luego colocá una capa de piedritas o telgopor, agregá tierra y por último la planta elegida.
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Ubicá la maceta en tu balcón, cocina o patio. Podés hacer varias y jugar con diferentes colores y tamaños.
Otras formas de reutilizar bidones
Canastos decorativos: Usá el mismo procedimiento que con la maceta, pero sin hacerle agujeros en la base. Sirve para guardar ropa, juguetes o mantas pequeñas.
Organizadores de escritorio: Cortá el bidón a la mitad horizontalmente y decoralo. Podés usarlo para lápices, pinceles, utensilios o elementos de costura.
Lámparas colgantes: Cortá la base del bidón, hacé un agujero en la tapa para pasar el cable, agregá una bombita y decorá el exterior a tu gusto.
Consejos:
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Si usás la maceta en interiores, colocale un platito abajo para evitar que el agua manche la superficie.
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Podés colgar las macetas haciendo dos agujeros a los costados y pasando una soga resistente.
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Para los canastos, usá telas o cuerdas más gruesas para una terminación rústica y resistente.
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En las lámparas, asegurate de usar materiales eléctricos en buen estado y fijar bien la estructura.
Dar una segunda vida a los bidones es una forma sencilla de cuidar el ambiente, ahorrar plata y sumar un toque único a tu casa hecho por tus propias manos.