Esta salsa es ideal para acompañar comidas salteadas, empanaditas chinas, pollo frito o incluso arroz.
Tiene ese equilibrio justo entre lo dulce y lo ácido, con un toque umami si decidís sumarle salsa de soja.
Te recomendamos: Como hacer esta deliciosa RECETA
Se prepara en pocos minutos y le da un sabor espectacular a cualquier plato.
Ingredientes
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½ taza de vinagre blanco
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½ taza de azúcar
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¼ taza de ketchup
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1 cucharada de salsa de soja (opcional, para un toque más sabroso)
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½ cucharadita de maicena
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¼ taza de agua (solo si es necesario para ajustar la textura)
Preparación
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En una cacerolita o sartén chica, colocá el vinagre blanco, el azúcar y el ketchup. Llevá a fuego medio y mezclá bien con cuchara de madera o batidor de mano.
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Cociná sin dejar de revolver hasta que el azúcar se disuelva por completo y la mezcla comience a tomar temperatura.
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Si querés un sabor más intenso, agregá la cucharada de salsa de soja y mezclá bien para integrar.
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En un vaso o bowl pequeño, disolvé la maicena en un poco de agua fría (con ¼ taza alcanza). Asegurate de que no queden grumos.
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Incorporá esta mezcla a la salsa caliente, revolviendo constantemente. Bajá el fuego y cociná 2 a 3 minutos hasta que la salsa espese. Vas a notar cómo toma cuerpo rápidamente.
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Si la salsa te queda muy espesa, podés agregar un chorrito más de agua hasta llegar a la textura que buscás.
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Retirá del fuego y dejá enfriar. Al enfriarse, la salsa va a espesar un poco más, así que tenelo en cuenta al momento de cocinarla.
Tips y consejos:
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Conservación: Podés guardar la salsa en un frasco limpio con tapa en la heladera por hasta una semana. Si notás que se espesa demasiado con el paso de los días, solo agregale una cucharadita de agua tibia y mezclá bien antes de usarla.
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Ajustes de sabor: Si preferís una salsa más suave y menos ácida, podés usar ⅓ de taza de vinagre en lugar de ½. También podés usar vinagre de manzana para un sabor más delicado.
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Versión picante: Para una variante con un toque picante, podés sumarle una pizca de ají molido o unas gotas de salsa picante al gusto.
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Textura perfecta: Si querés que la salsa quede completamente lisa, podés colarla antes de enfriar. Ideal si vas a usarla como baño para piezas de pollo o cerdo.
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Uso como marinada: Esta salsa no solo sirve como acompañamiento, también funciona como marinada para carnes. Dejá las presas en reposo con esta salsa por unas horas en la heladera antes de cocinarlas para que tomen todo el sabor.
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Ideal para freezar: Si te sobra, podés freezarla en cubeteras para tener porciones listas cuando la necesites.
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Aprovechamiento total: Si cocinás salteados con carne, verduras o tofu, agregá esta salsa al final de la cocción y cociná solo unos minutos más para que caramelice levemente y se impregne bien.
Una receta simple, versátil y sabrosa, perfecta para darle ese toque oriental a tus comidas caseras sin complicarte.