Un descuido con el café de la mañana o un chorrito de mate que se escapa del termo puede arruinar tu prenda favorita en cuestión de segundos.
Pero no te preocupes, porque existen métodos caseros que funcionan de verdad y no requieren productos caros ni complicados.
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Con ingredientes simples que seguro tenés en casa, podés eliminar esas manchas sin dañar las telas.
Jabón blanco o detergente suave: clásico que nunca falla
Ideal para manchas recientes, especialmente en prendas de algodón o telas resistentes.
Paso a paso:
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Humedecé la zona manchada con un poco de agua fría.
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Frotá directamente con jabón blanco o aplicá unas gotas de detergente suave.
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Usá un cepillo de cerdas blandas o un cepillo de dientes viejo para frotar en círculos.
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Dejá actuar unos minutos y enjuagá bien con agua fría.
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Si la mancha persiste, repetí el proceso antes de lavar la prenda como lo hacés normalmente.
Este método es rápido, no daña las telas y suele ser suficiente para eliminar manchas frescas de café o mate.
Limón con sal: especial para ropa clara
Una fórmula potente para esas manchas que ya se secaron o que no viste en el momento.
Cómo usarlo:
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Exprimí unas gotas de limón directamente sobre la mancha.
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Espolvoreá una capa fina de sal fina por encima.
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Frotá suavemente con los dedos o con un cepillo de cerdas suaves.
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Dejá actuar la mezcla al sol durante unos 15 minutos.
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Lavá la prenda como de costumbre.
Este truco blanquea y desengrasa, por eso es mejor reservarlo para prendas blancas o de colores muy claros.
Vinagre blanco y bicarbonato: para manchas difíciles
Una mezcla que genera una pequeña efervescencia y ayuda a levantar la suciedad incrustada.
Aplicación:
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Colocá una cucharadita de bicarbonato de sodio sobre la mancha seca.
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Verté unas gotas de vinagre blanco por encima.
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Dejá que haga efervescencia y frotá suavemente.
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Esperá unos minutos antes de enjuagar.
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Lavá la prenda como lo hacés habitualmente.
Este truco es muy útil en prendas oscuras o si querés evitar el uso de productos más abrasivos.
Consejos útiles:
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Actuá rápido: cuanto más fresca sea la mancha, más fácil será eliminarla.
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No frotes con fuerza excesiva para no arruinar la tela.
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Siempre probá los productos en una parte pequeña de la prenda antes de aplicarlos en toda la mancha.
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Evitá el agua caliente al principio, porque puede fijar más la mancha.
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Si la prenda es delicada (como lino o seda), es mejor llevarla a una tintorería.
Con estos trucos caseros podés salvar tu ropa y evitarte más de un dolor de cabeza.
¡El mate y el café se disfrutan más cuando no dejan marcas!