Esta rosca esponjosa y trenzada se prepara con una masa suave, aromática y muy fácil de trabajar.
Su forma en espiral se logra mediante un enrollado particular que genera un efecto trenzado irresistible.
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Es ideal para la mesa de las fiestas o para regalar.
Ingredientes
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300 ml de leche tibia
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1 cucharadita de levadura seca
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2 huevos
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130 g de azúcar
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100 g de manteca derretida
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Ralladura de naranja a gusto
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1 cucharada de esencia de vainilla
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780 g de harina 0000
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1 cucharadita de sal
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1 cucharada de manteca adicional (para untar la masa)
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250 g de frutas abrillantadas surtidas
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Almíbar (para pincelar al final)
Preparación
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En un bol grande mezclá la leche tibia con la levadura seca y dejá reposar unos minutos para activarla.
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Agregá los huevos, el azúcar, la manteca derretida, la ralladura de naranja y la esencia de vainilla. Mezclá hasta integrar.
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Sumá la harina 0000 junto con la sal, incorporándola de a poco mientras mezclás. Cuando la masa se vuelva pesada, comenzá a amasar con las manos.
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Amasá hasta obtener una masa lisa, suave y homogénea. Formá un bollo, tapalo y dejalo descansar en un lugar cálido hasta que duplique su tamaño.
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Una vez levada, desgasificá suavemente y estirá la masa sobre la mesa formando un rectángulo amplio.
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Untá la superficie con la cucharada de manteca y distribuí de manera pareja las frutas abrillantadas por toda la masa.
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Doblá la parte superior un poco hacia adelante y comenzá a enrollar solo la parte inferior, formando un tubo largo.
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Con un cuchillo afilado, realizá cortes longitudinales formando tiras delgadas sobre la parte más plana del rollo, dejando la parte superior sin cortar.
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Tomá cada tira cortada y enrollala individualmente, logrando pequeños cordones.
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Una vez que todas las tiras estén enrolladas, seguí envolviendo todo el rollo completo para formar una pieza gruesa y trenzada.
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Colocá la pieza en un molde redondo engrasado, uniendo las puntas para formar una rosca firme y pareja.
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Tapá con papel film y dejá leudar nuevamente hasta que duplique su tamaño.
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Llevá al horno precalentado a 180 °C durante unos 35 minutos, o hasta que esté dorada y bien cocida.
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Apenas salga del horno, pincelá con almíbar para darle brillo y suavidad.
Tips y consejos:
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Si la masa está muy blanda, espolvoreá apenas con harina, pero sin excederte para no perder esponjosidad.
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El reposo debe hacerse en un ambiente templado; evitar corrientes de aire mejora el levado.
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Para distribuir mejor las frutas, presionalas levemente sobre la masa al espolvorearlas.
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La segunda fermentación es clave para que la rosca quede alta y suave.
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Si querés un sabor más intenso, podés hidratar las frutas abrillantadas con un chorrito de licor o jugo de naranja antes de usarlas.
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El almíbar puede ser solo agua y azúcar en partes iguales, llevado a hervor por un minuto.
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Para conservarla tierna por más tiempo, guardala en bolsa bien cerrada una vez fría.
Esta rosca queda suave, aromática y con una forma preciosa que sorprende a todos.
Ideal para disfrutar en familia o para acompañar una mesa navideña bien completa.