Categorías
Recetas con Pollo

Receta casera del pollo KFC (súper crujiente y con sabor secreto)

Crujiente por fuera, jugoso por dentro y con ese especiado inconfundible.

La clave está en una marinada láctica que ablanda, un rebozado bien sazonado y el clásico doble empanado que forma “escamas” crocantes.

Te recomendamos: Cómo hacer Calabacines rellenos de pollo ¡Receta fácil y rápida!

Acá tenés el paso a paso para lograrlo en casa sin complicarse.

Ingredientes

  • 8 piezas de pollo (piernas o muslos; también valen alitas)

  • 2 tazas de leche fría + 1 cucharada de sal (marinada)

  • 2 tazas de harina de trigo común

  • 1 cucharadita de sal

  • ½ cucharadita de pimienta negra molida

  • 1 cucharadita de pimentón dulce (paprika)

  • ½ cucharadita de pimentón picante (opcional)

  • 1 cucharadita de ajo en polvo

  • 1 cucharadita de orégano seco molido

  • ½ cucharadita de tomillo seco

  • ½ cucharadita de mostaza en polvo

  • Aceite vegetal para freír (girasol, maíz o canola)

Preparación

  1. Mezclá la leche con 1 cucharada de sal y sumergí el pollo. Cubrí y llevá a la heladera 4 a 12 horas.

  2. Retirá el pollo 20 minutos antes de freír para atemperar. No lo seques: un poco de marinada ayuda a que la harina se adhiera.

  3. En un bol grande uní la harina con la sal, pimienta, pimentones, ajo, orégano, tomillo y mostaza en polvo. Reservá ⅓ de la mezcla para el segundo rebozado.

  4. Pasá cada pieza por la harina sazonada, presionando bien para que se forme una capa pareja. Sacudí el exceso.

  5. Dejá las piezas 10 minutos en rejilla para que la harina se humedezca y se fije.

  6. Para el doble rebozado, devolvé cada pieza a la marinada rápidamente y otra vez a la harina reservada, presionando para crear grumos crujientes.

  7. Calentá abundante aceite a 170–180 °C en una olla profunda. Freí en tandas sin amontonar 12–15 minutos (según tamaño), girando una vez. Buscá un dorado parejo y una temperatura interna de 74 °C.

  8. Retirá a una rejilla (mejor que papel, así no se ablanda) y salá apenas al salir.

  9. Mantené caliente el pollo ya frito en horno a 120 °C sobre rejilla mientras terminás el resto.

  10. Serví de inmediato con tus salsas preferidas.

Consejos:

  • Marinada láctica: si tenés suero de manteca (buttermilk), usalo en lugar de leche; también podés mezclar 2 tazas de leche con 1 cucharada de jugo de limón y reposar 10 minutos.

  • Textura extra crujiente: después del segundo rebozado, pulverizá con unas gotas de agua y volvés a “apretar” harina; eso genera más “escamas”.

  • Control de temperatura: sin termómetro, tirá una pizca de harina; debe chisporrotear firme sin quemarse. Si el aceite humea, está demasiado caliente.

  • Aceite limpio: colalo entre tandas si aparece exceso de harina quemada; un aceite limpio mantiene el color dorado y sabor neutro.

  • Tamaños parejos: usá piezas similares para que el tiempo de cocción sea uniforme. Las alitas demoran menos (8–10 minutos); los muslos, un poco más.

  • Recalentado crujiente: al día siguiente, 10–12 minutos a 200 °C en horno o freidora de aire sobre rejilla.

  • Versión freidora de aire: rociá las piezas con aceite en spray, cociná a 190 °C 22–28 minutos, girando a mitad de tiempo; no queda igual que frito, pero conserva buen crocante.

  • Seguridad alimentaria: manipulá el pollo crudo con utensilios dedicados y lavá bien tablas y manos; nunca reutilices la marinada sin hervirla.

Un pollo especiado, dorado y con mordida poderosa, perfecto para una mesa informal que pida repetir.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *