Preparar una masa de empanadas sin gluten en casa es más fácil de lo que parece.
No lleva ingredientes raros y queda flexible, sabrosa y liviana.
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Es ideal para quienes evitan harinas comunes o siguen una alimentación sin TACC.
Ingredientes
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250 g de premezcla sin gluten
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50 g de harina de garbanzos
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100 cc de agua tibia
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50 cc de aceite
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1 cucharada de semillas de chía
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½ cucharadita de goma xántica
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Agua adicional (cantidad necesaria)
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Sal a gusto
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Relleno a elección
Preparación
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En un recipiente chico, mezclá las semillas de chía con un poco de agua tibia, apenas que las cubra. Dejá reposar 10 minutos hasta que se forme un gel espeso.
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En un bol grande, uní la premezcla sin gluten, la harina de garbanzos, la goma xántica y sal. Mezclá bien los secos.
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Agregá el aceite, el gel de chía y los 100 cc de agua tibia. Mezclá con cuchara y luego con las manos hasta obtener una masa suave. Si hace falta, sumá un poco más de agua para lograr la textura justa.
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Tapá la masa con un repasador y dejala descansar 20 minutos. Este paso es clave para que tome elasticidad y se pueda estirar sin romperse.
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Espolvoreá un poco de premezcla en la mesada. Estirá la masa con palo de amasar hasta que quede de unos 3 mm de espesor. Cortá círculos del tamaño que quieras.
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Colocá una cucharada de relleno en el centro, humedecé los bordes, cerrá y sellá bien. Podés usar un tenedor para asegurar el borde.
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Llevá a horno precalentado a 180 °C por 20 a 25 minutos, o cocinalas en sartén tapada a fuego bajo hasta dorar.
Tips y consejos:
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Si no tenés goma xántica, podés reemplazarla por una cucharadita de psyllium o más gel de chía.
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No saltees el descanso: ayuda a que la masa sea más elástica y fácil de manejar.
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Agregá condimentos como pimentón o cúrcuma para una masa más sabrosa.
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En freidora de aire quedan doradas por fuera y húmedas por dentro en solo 15 minutos.
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Se pueden congelar crudas o cocidas, ideal para tener listas cuando no hay tiempo.
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Usá papel manteca para evitar que se peguen, así no necesitás engrasar la fuente.
Una receta práctica y versátil que demuestra que comer sin gluten también puede ser rico, casero y fácil.
Ideal para resolver almuerzos o cenas sin complicarse.