Para los fanáticos de la pizza, no hay nada como preparar unas riquísimas prepizzas caseras.
Son fáciles de hacer, llevan ingredientes básicos que casi siempre tenemos en casa y lo mejor de todo es que podés congelarlas para tener a mano en cualquier momento y armar una pizza casera en minutos.
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Ingredientes
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1 kg de harina 0000
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50 gramos de levadura fresca o 1 sobre de levadura seca
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125 ml de aceite de girasol
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400 ml de agua
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2 cucharaditas de sal
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1 cucharada de azúcar (para activar la levadura)
Preparación
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Disolvé la levadura en media taza de agua tibia junto con una cucharada de harina y la de azúcar. Mezclá bien y dejá reposar durante 10 a 15 minutos hasta que empiece a espumar. Si usás levadura seca, seguí el mismo procedimiento.
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En un bol grande, colocá la harina y hacé un hueco en el centro. Verté allí el aceite y la levadura ya fermentada. Agregá la sal por los bordes para que no toque directamente la levadura.
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De a poco, comenzá a integrar todos los ingredientes, añadiendo el resto del agua tibia mientras mezclás con las manos hasta formar una masa suave y algo blanda.
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Amasá durante unos 8 a 10 minutos hasta que la masa quede lisa y elástica.
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Tapá la masa con un repasador limpio y dejala leudar en un lugar cálido durante aproximadamente 30 minutos, o hasta que duplique su volumen.
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Una vez que haya levado, dividí la masa en 5 bollos iguales. Engrasá con un poco de aceite cada pizzera y también las manos para facilitar el amasado.
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Estirá cada bollo hasta darle forma de prepizza, de unos 25 cm de diámetro aproximadamente.
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Dejá reposar las prepizzas unos 10 minutos más. Luego, pincelalas con salsa de tomate o dejalas sin salsa si preferís.
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Llevá al horno precalentado a 190°C y cociná durante 10 a 12 minutos, o hasta que la base esté apenas dorada pero no completamente cocida (recordá que después las vas a hornear nuevamente con el resto de los ingredientes cuando armes la pizza final).
Consejos:
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Podés congelar las prepizzas ya cocidas por separado, colocando separadores entre cada una para que no se peguen.
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Si querés darles un toque especial, podés agregar orégano o ajo en polvo a la masa antes de hornear.
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Cuando las uses, simplemente agregales el queso, fiambre o lo que más te guste y llevalas al horno hasta que el queso se derrita y la masa termine de dorarse.
Con esta receta fácil y económica, vas a tener siempre prepizzas listas para disfrutar en casa cuando quieras.