Ideales para una picada, como guarnición o para disfrutar solos con una buena salsa, estos bastones de zucchini son una opción liviana y llena de sabor.
Tienen ese dorado irresistible por fuera y una textura tierna por dentro que los hace adictivos.
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Ingredientes
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2 zucchinis medianos (400 a 500 g, firmes y frescos)
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40 g de queso parmesano rallado fino (mejor si es fresco)
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30 g de harina de almendras (o de coco baja en grasa)
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1 huevo
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1 cucharada de cáscara de psyllium (opcional, para más crocante)
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½ cucharadita de pimentón dulce
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½ cucharadita de ajo en polvo (opcional)
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½ cucharadita de tomillo u orégano seco
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½ cucharadita de sal
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¼ cucharadita de pimienta negra molida
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1 cucharada de aceite de oliva o de palta
Para la salsa opcional:
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100 g de yogur natural tipo griego
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1 cucharadita de jugo de limón
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1 pizca de ají molido o pimienta de cayena
Preparación
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Lavar bien los zucchinis, cortar las puntas y partirlos al medio a lo largo. Con una cuchara, retirar el centro blando con semillas para que no larguen tanta agua. Cortar cada mitad en bastones gruesos, de unos 2 cm de lado.
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Secar bien los bastones con un repasador limpio o papel de cocina. Cuanto más secos queden, más crocante será el resultado.
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En un bol, batir el huevo con una pizca de sal.
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En otro bol, mezclar la harina de almendras, el queso parmesano, el psyllium y los condimentos.
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Pasar cada bastón primero por el huevo batido y luego por la mezcla seca, presionando para que la cobertura se adhiera bien. Para un extra crocante, repetir el proceso (doble rebozado).
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Disponer los bastones en una placa para horno cubierta con papel manteca o silicona, sin encimarlos. Rociar con un hilo de aceite de oliva.
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Hornear en horno precalentado a 200 °C durante 15 a 20 minutos, dándolos vuelta a mitad de cocción. También se pueden hacer en freidora de aire a 190 °C por 10 a 12 minutos, moviendo el cestillo a mitad del tiempo.
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Retirar cuando estén dorados y firmes. Servir calientes, acompañados de la salsa opcional o de tu dip preferido.
Consejos:
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El psyllium no es obligatorio, pero ayuda a que el rebozado quede más firme y crocante.
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Podés variar el sabor reemplazando el parmesano por cheddar rallado o agregar semillas de sésamo a la mezcla seca.
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Si querés congelar, hacelo antes de cocinarlos. Luego se hornean directo sin descongelar.
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El yogur con limón y ají molido es un acompañamiento fresco y liviano, pero también podés usar mayonesa casera o alioli.
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Son perfectos para quienes siguen una dieta baja en carbohidratos o keto.
Con este método, vas a tener bastones de zucchini que no solo son una alternativa más saludable a las papas fritas, sino que además conquistan por su sabor y textura.