El pastel navideño es un clásico de las fiestas y se destaca por su aroma especiado y su textura húmeda llena de frutas.
Prepararlo en casa es muy simple y permite obtener resultados tiernos, esponjosos y con un sabor que recuerda a las celebraciones familiares.

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Esta versión rinde varios pastelitos individuales, ideales para regalar o disfrutar en la mesa dulce.
Ingredientes
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250 g de harina de trigo
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150 g de azúcar mascabo o azúcar moreno
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200 g de manteca a temperatura ambiente
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4 huevos
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1 cucharadita de canela
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1/2 cucharadita de nuez moscada
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1 cucharadita de polvo para hornear
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100 ml de leche o ron (opcional)
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200 g de frutas confitadas o secas (pasas, cerezas, dátiles, orejones picados)
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Ralladura de 1 naranja
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1 pizca de sal
Preparación
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Precalentá el horno a 180 °C y engrasá moldes individuales tipo budín mini o moldes rectangulares pequeños. Podés espolvorear un poco de harina para evitar que se pegue.
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Batí la manteca con el azúcar moreno hasta obtener una crema esponjosa y más clara. Este paso es importante para lograr un pastel aireado.
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Agregá los huevos uno por uno, batiendo después de cada incorporación para que la mezcla quede bien lisa y homogénea.
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Sumá la ralladura de naranja, la canela, la nuez moscada y una pizca de sal. Integrá bien para que las especias se distribuyan de manera pareja.
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Tamizá la harina con el polvo para hornear y agregalos a la mezcla anterior alternando con la leche o el ron. Mezclá con movimientos envolventes para no bajar la preparación.
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Incorporá las frutas confitadas y secas, reservando una pequeña parte para colocar por encima antes del horneado. Mezclá suavemente para que queden bien repartidas.
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Distribuí la masa en los moldes individuales, llenándolos hasta dos tercios de su capacidad. Agregá encima las frutas reservadas para que queden visibles al cocinarse.
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Horneá entre 45 y 55 minutos, según el tamaño de los moldes, hasta que los pasteles estén dorados y un palillo salga limpio al pinchar el centro.
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Retirá del horno y dejá enfriar completamente antes de desmoldar para evitar que se rompan. Una vez fríos, podés espolvorear azúcar impalpable o decorar con más frutas.
Consejos:
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Si querés un aroma más intenso, macerá las frutas en ron o jugo de naranja durante una hora antes de usarlas.
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Para evitar que las frutas se hundan, pasalas previamente por una cucharadita de harina.
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El azúcar moreno aporta humedad y un sabor más profundo, pero podés usar azúcar común si no tenés.
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No abras el horno durante los primeros 30 minutos para que los pasteles crezcan parejos.
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Estos budincitos duran varios días si los guardás en un recipiente hermético.
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Podés sumar ralladura de limón para un sabor aún más fresco.
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Si usás moldes muy pequeños, reducí unos minutos el tiempo de cocción.
Hacer pastelitos navideños caseros es una forma deliciosa de darle un toque tradicional a las fiestas.
Son fáciles de preparar, quedan húmedos y aromáticos, y son perfectos para acompañar un buen mate o café en cualquier momento.