Una receta fácil, sabrosa y diferente para renovar la clásica milanesa de pollo.
Quedan súper crujientes por fuera y jugosas por dentro.
Te recomendamos: Queso a la plancha con miel picante, frutas secas y semillas crocantes
Perfectas para sorprender en casa con algo económico y rendidor.
Ingredientes
-
1/2 pechuga de pollo
-
4 cucharadas de harina común
-
2 cucharadas de maicena
-
4 huevos chicos
-
Cereal sin azúcar (tipo copos de maíz) o pan rallado/panko
-
Sal y pimienta negra a gusto
-
Aceite para freír
-
Opcional: unas gotitas de limón para servir
Preparación
-
Limpiá bien la pechuga y sacale cualquier resto de grasa o nervios.
-
Cortala en filetes finos. Si la refrigerás un rato antes, es más fácil de filetear.
-
Colocá los filetes entre papel film y golpealos suavemente con un mazo para emparejar el grosor.
-
Salpimentá de ambos lados y dejalos reposar unos minutos.
-
En un bol, mezclá la harina con la maicena. Pasá los filetes por esta mezcla seca hasta cubrir bien.
-
Batí los huevos en otro recipiente. Rebozá los filetes pasándolos por el huevo batido.
-
Triturá un poco el cereal con las manos o en una bolsa. Empanizá los filetes con el cereal, presionando para que se adhiera bien.
-
Calentá aceite en una sartén y freí cada milanesa durante 5 a 6 minutos por lado, hasta que estén doradas y bien crocantes.
-
Retirá sobre papel absorbente y servilas calientes.
Consejos:
-
El cereal debe ser sin azúcar ni sabor agregado. Si querés, podés mezclarlo con un poco de pan rallado para una textura distinta.
-
Para una versión al horno, rociá con un poco de aceite en spray y cociná en horno fuerte (200 °C) durante 20 minutos, dándolas vuelta a la mitad.
-
Si usás panko, también quedan súper crocantes, aunque el cereal aporta un dorado más intenso.
-
Podés condimentar el huevo con ajo en polvo, orégano o mostaza para dar más sabor.
-
Acompañalas con papas al horno, puré o una ensalada fresca.
-
Las sobras se pueden recalentar en horno o sartén sin perder crocancia.
-
Si querés freezarlas, empanizalas crudas y guardalas separadas con papel film entre cada una.
Una milanesa distinta, más crocante, con un toque original que encanta a grandes y chicos.
Probala y vas a ver que se vuelve un clásico en tu cocina.