Hacer la masa de tarta en casa es mucho más sencillo de lo que parece y siempre da mejores resultados que las compradas.
Con pocos ingredientes, económicos y fáciles de conseguir, se logra una base tierna y crocante que sirve tanto para recetas dulces como saladas.
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Es una opción práctica, sana y muy rendidora para tener siempre a mano.
Ingredientes
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250 g de harina 0000
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5 g de polvo para hornear
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Una pizca de sal
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60 g de aceite
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60 g de leche
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1 huevo
Tiempo de elaboración: 20 minutos de preparación + 30 minutos de reposo.
Preparación
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En un bol colocá la leche, el aceite, el huevo y la pizca de sal. Batí ligeramente hasta que se integren bien.
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En otro recipiente, mezclá la harina con el polvo para hornear y luego incorporala de a poco a la mezcla líquida, revolviendo con cuchara de madera.
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Cuando la masa comience a unirse, trabajala con las manos hasta obtener un bollo liso y homogéneo.
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Tapala con film o con una bolsa limpia y dejala reposar en la heladera durante 30 minutos.
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Pasado el tiempo, estirala entre dos films o sobre la mesada enharinada hasta lograr medio centímetro de espesor.
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Colocá la masa en el molde de tarta elegido, acomodá bien los bordes y cortá el excedente.
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Agregá el relleno de tu preferencia y cociná en horno precalentado a 180 °C durante unos 35 minutos, dependiendo del relleno.
Tips y consejos:
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Esta receta rinde para una tapa de tarta. Si necesitás más, solo multiplicá los ingredientes en la misma proporción.
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Podés usarla para tartas saladas (pascualina, choclo, zapallito, pollo, etc.) o dulces (frutas, crema pastelera, ricota, dulce de leche).
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Si querés una masa más crocante, reemplazá una parte del aceite por aceite de oliva. Le dará también un sabor más intenso.
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Para una versión más liviana, usá harina integral en parte de la preparación: 150 g de harina común y 100 g de integral funcionan muy bien.
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Esta masa es fresca, por lo que conviene usarla el mismo día. Si no, guardala en la heladera envuelta en film por hasta 1 semana.
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También se puede freezar. Para eso, dividí en bollos, envolvelos bien en film y guardalos hasta 2 meses. Al usarlos, descongelá en la heladera.
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Si buscás darle un toque distinto, podés aromatizar la masa con especias como orégano, tomillo, pimentón o incluso ralladura de limón en caso de usarla para tartas dulces.
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Para que no se formen burbujas durante la cocción, pinchá la masa con un tenedor antes de hornearla.
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Si el relleno que usás es muy húmedo (como acelga o zapallito), te recomiendo precocinar la masa durante 10 minutos y recién después rellenarla, así se mantiene firme y no se humedece en exceso.
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Esta masa es tan versátil que también podés usarla como base de mini tartaletas o empanaditas al horno.
Con esta receta de masa casera vas a tener una base perfecta: suave, crocante y adaptable a cualquier relleno.
Ideal para quienes disfrutan de la cocina práctica pero con ese toque casero que marca la diferencia.