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Los 5 errores más comunes al cuidar suculentas (y cómo evitarlos)

Las suculentas se ganaron un lugar especial en muchos hogares por su belleza, resistencia y facilidad de cuidado.

Sin embargo, aunque parezcan indestructibles, hay errores frecuentes que pueden hacer que se deterioren rápidamente.

Te recomendamos: 3 plantas que casi no se riegan y siempre se ven perfectas

Aprendé a reconocerlos y evitarlos para mantenerlas siempre sanas y hermosas.

1. Regarlas en exceso

El error más común es darles más agua de la que necesitan.

Las suculentas almacenan humedad en sus hojas y tallos, por lo que un exceso de riego puede pudrir las raíces.

Lo ideal es regarlas solo cuando el sustrato esté completamente seco, aproximadamente cada 10 a 15 días en verano y una vez al mes en invierno.

2. Usar tierra inadecuada

No cualquier tipo de tierra sirve para suculentas.

La tierra común retiene demasiada agua, lo que provoca encharcamientos.

Usá una mezcla aireada con arena gruesa, perlita o piedra pómez para mejorar el drenaje y evitar que las raíces se asfixien.

3. Falta de luz solar

Estas plantas necesitan luz abundante para crecer fuertes y mantener su color.

Si se colocan en lugares oscuros, se estiran buscando luz y pierden su forma original.

Lo ideal es ubicarlas cerca de una ventana luminosa o en un balcón con buena claridad, evitando el sol directo del mediodía.

4. Macetas sin drenaje

Otro error común es plantarlas en recipientes sin agujeros.

Si el agua no tiene por dónde salir, las raíces se pudren.

Asegurate de que tus macetas tengan drenaje o usá un doble contenedor, con una maceta interna perforada dentro de otra decorativa.

5. No limpiar ni revisar las hojas

El polvo y las plagas como cochinillas o ácaros pueden afectar su salud.

Limpiá las hojas suavemente con un pincel seco o un paño húmedo, y revisalas de vez en cuando.

Mantenerlas limpias mejora su respiración y su capacidad para absorber luz.

Tips y consejos:

  • No pulverices agua sobre las hojas; puede generar hongos.

  • Evitá moverlas constantemente de lugar.

  • En invierno reducí el riego al mínimo.

  • Fertilizá solo en primavera o verano con abono diluido.

  • Si una hoja se cae, podés dejarla secar unos días y luego plantarla: muchas veces brota una nueva suculenta.

Con estos cuidados simples, tus suculentas se mantendrán firmes, coloridas y saludables durante todo el año, decorando tu hogar con un toque natural y lleno de vida.

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