El locro es ese plato que une generaciones alrededor de una olla humeante y generosa.
Con su mezcla de maíz, carnes y zapallo, se convirtió en una de las recetas más queridas para compartir en fechas patrias o cualquier día fresco que invite a un buen guiso.
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Esta versión lleva todo el sabor de lo clásico con un toque picante que lo eleva aún más.
Ingredientes
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4 patitas de cerdo
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½ kg de falda
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¼ kg de panceta salada
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2 chorizos colorados
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2 chorizos frescos de cerdo
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300 g de mondongo
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150 g de porotos
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500 g de maíz blanco partido o en grano
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1 zapallo anco mediano
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Caldo de verduras (cantidad necesaria)
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Aceite de girasol o maíz (cantidad necesaria)
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Sal, pimienta y comino a gusto
Para la salsa picante:
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150 cc de aceite
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2 cebollas de verdeo
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2 cucharadas de pimentón dulce
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3 cucharadas de ají molido
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70 cc de agua
Preparación
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En una olla grande, colocá un poco de aceite y dorá la falda trozada, los chorizos cortados en rodajas y las patitas partidas a la mitad.
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Cuando tomen color, agregá el maíz blanco previamente remojado, los porotos y el zapallo en cubos. Sumá también el mondongo cortado y la panceta en tiras.
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Cubrí con caldo caliente hasta que todos los ingredientes queden bien sumergidos. Condimentá con sal, pimienta y comino a gusto.
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Cociná a fuego bajo, con la olla semitapada, durante 2 a 3 horas. Revolvé de vez en cuando para que no se pegue y agregá más caldo caliente si hace falta.
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Sabés que el locro está listo cuando el zapallo se deshace completamente y la preparación toma una textura espesa y cremosa. Las carnes deben quedar bien tiernas.
Preparación de la salsa:
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En una sartén, calentá el aceite y salteá el verdeo picado fino. Cuando esté tierno, incorporá el pimentón y el ají molido. Revolvé rápido y retiralo del fuego para que no se queme.
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Sumá el agua y dejá reposar para que los sabores se integren. Esta salsita se sirve por encima del locro al momento de llevar a la mesa.
Consejos:
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Si usás maíz seco, conviene dejarlo en remojo desde la noche anterior.
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El zapallo anco es ideal porque le da color y textura cremosa.
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Podés usar un poco de grasa vacuna en lugar de aceite para intensificar el sabor.
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La salsa picante es opcional, pero realza muchísimo el plato. Ajustá la cantidad de ají según el gusto de los comensales.
Locro de choclo cremoso y sabroso
Esta versión del locro es más liviana pero no menos deliciosa.
El choclo le da un sabor dulce natural y una textura cremosa que combina perfecto con el zapallo, las verduras y el toque final del queso fundido.
Ideal para los que buscan una opción sin tantas carnes, pero con el mismo espíritu reconfortante.
Ingredientes
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12 choclos frescos
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1 cebolla
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1 morrón rojo
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3 tomates
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400 g de zapallo anco
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2 dientes de ajo
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2 cucharadas de grasa (puede ser de cerdo o vacuna)
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Queso fresco a gusto
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Sal y pimienta
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250 cc de caldo de verduras
Preparación paso a paso
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Desgraná los choclos con un cuchillo afilado y reservá los granos.
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Picá la cebolla, el morrón y los tomates. Cortá el zapallo en cubos medianos.
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En una olla grande, derretí la grasa y salteá el ajo picado, la cebolla y el morrón hasta que estén blandos.
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Sumá los granos de choclo y revolvé bien para integrar los sabores.
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Bajá un poco el fuego y agregá el caldo caliente junto con el zapallo. Tapá la olla y dejá cocinar por unos 30 minutos, revolviendo cada tanto.
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Cuando el zapallo esté tierno y los granos bien cocidos, apagá el fuego y salpimentá a gusto.
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Serví en platos hondos y agregá cubos de queso fresco por encima. El calor del locro lo va a derretir levemente, aportando un toque cremoso irresistible.
Consejos:
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Si no conseguís choclo fresco, podés usar congelado, pero asegurate de que no tenga azúcar agregada.
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El zapallo se puede pisar un poco con cuchara para darle más cremosidad.
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Si preferís una textura más suave, pasá parte del locro por la minipimer antes de servir.
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El queso ideal es el fresco tipo barra, que se derrite pero no se deshace del todo.
Locro de zapallo fácil y reconfortante
El locro de zapallo es una variante súper práctica que conserva todo lo delicioso del plato original, pero con un enfoque más vegetal y saludable.
Su textura cremosa y su sabor suave hacen de esta receta una opción rendidora y perfecta para disfrutar en casa.
Ingredientes
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500 g de zapallo anco
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100 g de maíz blanco en grano
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1 kg de carne (osobuco, opcional)
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2 tomates
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1 cebolla
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1 zanahoria
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1 diente de ajo
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1 ½ litro de agua caliente
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Aceite para cocinar
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Queso fresco a gusto
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Sal
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Perejil fresco picado
Preparación paso a paso
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En una cacerola grande, calentá un chorro de aceite y dorá el osobuco junto al ajo picado y la cebolla cortada fina.
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Sumá los tomates picados y un poco de sal. Cociná unos minutos hasta que se ablanden.
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Incorporá el zapallo en trozos, la zanahoria en rodajas y el maíz blanco. Cubrí todo con el agua caliente.
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Llevá el fuego a máximo hasta que rompa hervor, luego bajalo a medio y cociná durante 30 a 40 minutos con la olla semitapada.
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Revolvé cada tanto para evitar que se pegue y asegurate de que el líquido no se evapore demasiado. Si hace falta, agregá un poco más de agua caliente.
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Cuando los ingredientes estén tiernos y el zapallo se empiece a deshacer, el locro está listo.
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Finalizá con un toque de perejil picado y serví bien caliente, con trozos de queso fresco por encima que se derritan con el calor.
Consejos:
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Si querés hacerlo sin carne, podés omitir el osobuco y sumar más zapallo y maíz para compensar.
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El queso le da un contraste perfecto entre lo salado y lo suave. Usalo generosamente.
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El locro de zapallo es ideal para preparar con anticipación: al día siguiente está aún más sabroso.
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Podés agregar un chorrito de leche o crema al final para hacerlo más suave sin perder lo tradicional.
Este locro es todo lo que necesitás para reconfortarte en días frescos: fácil, sabroso y con ingredientes nobles que no fallan nunca.