Si tenés corbatas en desuso ocupando lugar en el placard, podés transformarlas en objetos útiles y decorativos con un poco de ingenio.
En vez de tirarlas, animate a darles una nueva vida con estas dos ideas prácticas y originales que combinan reciclaje, diseño y costura.
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Bolso tipo mochila hecho con corbatas
Una forma distinta de aprovechar corbatas viejas es crear un bolso liviano y con mucho estilo.
Ideal para salidas informales, este modelo se arma con entre 8 y 12 corbatas y se cose a mano o a máquina.
Materiales necesarios:
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Entre 8 y 12 corbatas (pueden ser de diferentes colores o texturas)
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Máquina de coser o aguja e hilo
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Tela liviana para forro
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Cinta o cordón para el cierre
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Tijera y alfileres
Paso a paso:
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Elegí corbatas que combinen bien entre sí (colores, estampas, tonos similares o contrastantes).
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Cose los laterales de cada corbata, enfrentando los bordes más largos entre sí, hasta formar una tira amplia o un círculo que será el cuerpo del bolso.
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Para la base, podés usar una tela más firme o incluso una corbata doblada y reforzada.
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Cortá un pedazo de tela liviana para hacer el forro interno y coselo por dentro del cuerpo principal.
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En la parte superior, colocá una cinta o cordón que sirva como cierre o frunce, tipo mochila.
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Para la manija, cosé una corbata entera desde los extremos superiores. También podés usar dos corbatas si preferís que sea tipo mochila con doble tira.
El resultado es un bolso con mucho carácter, totalmente personalizado y hecho a mano. Ideal para usar en salidas, ferias o como cartera original.
Fundas de almohadones con corbatas recicladas
Otra opción creativa y decorativa es reutilizar corbatas para hacer fundas de almohadón.
Quedan con un toque elegante y artesanal, perfectas para el living o el dormitorio.
Materiales necesarios:
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Al menos 6 corbatas por almohadón
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Tijera
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Máquina de coser o aguja e hilo
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Pegamento textil (opcional)
Paso a paso:
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Medí el almohadón que vas a cubrir y tomá esa medida como base para cortar las corbatas.
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Cortá las corbatas respetando el largo y ancho deseado. Si tienen punta, podés mantenerla o cortarla recta según el diseño que busques.
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Cose las piezas una al lado de la otra para formar dos rectángulos: uno para el frente y otro para el dorso.
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Uní ambas caras por los bordes, dejando una abertura para meter el relleno.
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Una vez colocado el almohadón, podés cerrar la funda con una costura, velcro o botones si querés que sea desmontable.
Este tipo de funda queda muy vistosa y tiene un estilo único, entre vintage y moderno.
Es una forma excelente de decorar sin gastar, utilizando lo que tenés a mano.
Consejos:
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Lavá y planchá las corbatas antes de usarlas para que queden prolijas.
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Si no sabés coser, podés usar pegamento textil para fijar algunas partes, sobre todo en las fundas.
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Combiná distintos tipos de corbatas: lisas, estampadas, de seda o poliéster, para lograr un diseño original.
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Si querés una terminación más profesional, podés reforzar el interior con entretela fina.
Con estas ideas vas a poder darles una segunda oportunidad a las corbatas olvidadas del placard, transformándolas en objetos funcionales y con mucha personalidad.
¡Animate a reciclar con estilo!