La tabla vieja de la cocina no la tires, tenés un tesoro en casa

En muchas cocinas, la tabla de picar parece terminar su vida útil cuando acumula marcas y cortes profundos.

Sin embargo, antes de tirarla, conviene pensarlo mejor: una tabla de madera maciza puede transformarse en objetos útiles y decorativos que sumen estilo al hogar.

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Darles una segunda oportunidad no solo evita generar más basura, sino que también aporta piezas únicas con personalidad.

Con un poco de ingenio, esa tabla olvidada puede convertirse en una bandeja rústica para servir, o incluso en una repisa práctica para especias y plantas.

Ambas ideas requieren herramientas básicas y materiales fáciles de conseguir.

Reutilizar una tabla no demanda demasiada inversión y el resultado suele tener más valor sentimental que uno comprado.

Eso sí, lo primero es revisar el estado de la madera: si tiene grietas profundas o conserva olor difícil de sacar, conviene destinarla a proyectos que no estén en contacto con alimentos.

Cómo reciclarla en una bandeja con asas

Una tabla en buen estado puede transformarse en bandeja ideal para servir mates, café o picadas, logrando un resultado rústico y funcional.

Materiales

• Tabla de madera limpia y sin grietas

• Lijas de distintos grosores (80, 120 y 220)

• Dos asas metálicas, de cuero o cuerina, con tornillos cortos

• Taladro y broca para madera

• Paño limpio

• Aceite mineral apto para cocina o mezcla de aceite con cera de abejas

Paso a paso

1. Revisá la tabla y descartá las zonas con cortes muy profundos o manchas imposibles de sacar.

2. Lavala con agua caliente y detergente, enjuagá bien y dejá secar en un lugar ventilado.

3. Lijá primero con grano grueso para emparejar, seguí con medio y terminá con fino para un acabado suave. Retirá el polvillo con un paño.

4. Si querés asas embutidas, marcá las curvas y cortalas con una sierra. Si preferís asas externas, marcá los puntos de fijación.

5. Hacé los agujeros guía con el taladro para evitar que la madera se quiebre.

6. Colocá y ajustá las asas.

7. Aplicá aceite con un paño, dejá que absorba y repetí dos o tres manos. Si querés un acabado más brillante, sumá una mezcla tibia de aceite y cera de abejas.

8. Esperá 24 horas antes de usarla. Lo mejor es emplearla para alimentos secos o apoyar recipientes, evitando mojarla demasiado.

Cómo transformarla en repisa rústica

Si la tabla es larga y ancha, puede convertirse en un estante práctico con mucha personalidad, ideal para la cocina, el baño o incluso el balcón.

Materiales

• Tabla de madera

• Dos soportes metálicos en “L” o tiras de cuero gruesas

• Tornillos y tarugos adecuados según la pared

• Taladro, nivel y lápiz

• Lija fina y barniz mate o aceite protector

Paso a paso

1. Medí y marcá el lugar en la pared con lápiz, verificando altura y nivel.

2. Lijá bien la tabla y aplicá barniz o aceite para protegerla.

3. Fijá los soportes: perforá la pared, colocá los tarugos y ajustá con tornillos.

4. Apoyá la tabla sobre los soportes y asegurala desde abajo para mayor firmeza.

5. Decorá con frascos de especias, macetas chicas o utensilios de cocina, cuidando no sobrecargarla.

Consejos

• Si la pared es de yeso, usá tarugos especiales que aguanten peso.

• Las tiras de cuero dan un aspecto más cálido y son fáciles de instalar.

• Aplicar aceite o barniz prolonga la vida de la madera y le da un acabado más prolijo.

• Si hacés una bandeja, siempre usá aceites aptos para contacto con alimentos.

Dar nueva vida a una tabla vieja no solo es práctico, también es una forma de sumar estilo y carácter al hogar.

Con un poco de trabajo y creatividad, lo que parecía un descarte se convierte en un objeto con historia y utilidad.