Un plato reconfortante, lleno de sabor y con una presentación que abre el apetito.
La suavidad de la salsa cremosa combina de manera perfecta con la frescura del eneldo, realzando el sabor de los huevos y acompañando a unas papas tiernas que completan esta receta casera y abundante.
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Ingredientes
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500 g de papas firmes
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2 cucharaditas de sal
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5 huevos
Para la salsa de eneldo:
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50 g de manteca
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3 cucharadas de harina
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2 cucharaditas de caldo instantáneo
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500 ml de caldo de carne
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4 cucharadas de crema de leche espesa
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4 cucharadas de eneldo fresco o congelado
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½ cucharadita de sal
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1 cucharadita extra de caldo instantáneo
Preparación
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Hacer la salsa de eneldo:
Derretir la manteca en una cacerola a fuego medio. Incorporar la harina y cocinar unos segundos, mezclando para formar un roux. Agregar el caldo de a poco, batiendo constantemente para evitar grumos. Llevar a hervor suave y añadir la crema de leche y el eneldo. Condimentar con la sal y el caldo instantáneo extra. Mantener caliente a fuego muy bajo. -
Cocinar las papas:
Pelar las papas, lavarlas y colocarlas enteras o en rodajas gruesas en una olla con agua y las 2 cucharaditas de sal. Hervir entre 15 y 20 minutos, hasta que estén tiernas pero firmes. Escurrir y reservar. -
Cocinar los huevos:
En otra olla, hervir los huevos a punto duro (unos 9-10 minutos). Enfriar en agua fría, pelar y reservar enteros. -
Integrar y servir:
Colocar las papas en platos hondos o fuentes individuales. Añadir los huevos enteros a la salsa de eneldo para que se impregnen de sabor, luego disponerlos sobre las papas. Bañar generosamente con la salsa y decorar con un poco más de eneldo fresco. Servir caliente.
Consejos:
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Si preferís, podés usar caldo de verduras en lugar de carne para una versión más suave.
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El eneldo fresco aporta más aroma, pero el congelado también funciona muy bien.
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Para un toque más ligero, reemplazá parte de la crema por leche.
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Si querés que los huevos tengan la yema más cremosa, hervilos solo 7 minutos.
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Podés presentar los huevos cortados a la mitad para que el plato sea más vistoso.
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Si sobra salsa, es ideal para acompañar pescado, pollo o verduras al vapor.
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Esta receta se disfruta mejor recién hecha, pero podés guardar la salsa y recalentarla a fuego bajo, agregando un poco de caldo si espesa demasiado.
Un plato fácil pero con presencia, que demuestra que con pocos pasos y mucho sabor se puede lograr una comida abundante y especial.