Suaves, livianos y con sabor a casa: estos gnocchis (ñoquis) salen perfectos sin complicarse.
El secreto es elegir bien la papa, secarla a conciencia y usar la menor harina posible.
Te recomendamos: Pizza casera: La receta clásica de la Nonna napolitana
Con esta guía clara, vas a clavar la textura y el punto de cocción a la primera.
Ingredientes
-
1 kg de papas harinosas (spunta, kennebec o similar)
-
220–300 g de harina 000 (la cantidad exacta depende de la humedad de la papa)
-
1 huevo mediano (opcional, da algo más de estructura)
-
10 g de sal fina
-
Pimienta a gusto y una pizca de nuez moscada (opcional)
-
Para terminar: salsa a elección (filetto, manteca y salvia, crema de hongos) y queso rallado
Preparación
-
Cocción de la papa. Lávalas enteras con cáscara y ponelas en agua fría con 1 cda de sal. Llevá a hervor y cociná hasta que un cuchillo entre sin resistencia (20–30 min según tamaño).
-
Secado clave. Escurrí y pasá 1–2 minutos por el fuego en la misma olla, moviéndolas para que se evapore el exceso de agua. Pelalas calientes (con cuidado) y pisá al instante con prensapapas o pisa puré; cuanto más calientes, menos harina van a pedir.
-
Base del bollo. Sobre la mesada limpia, formá un volcán con la papa tibia. Agregá la sal, pimienta y nuez moscada. Si usás huevo, batilo aparte y volcá en el centro.
-
Harina, de a poco. Espolvoreá 200 g de harina y uní sin amasar fuerte: juntá, plegá y presioná suave. Si se pega, agregá harina de a puñados hasta lograr una masa tierna que no ensucie las manos.
-
Prueba de cocción. Herví agua con sal y tirá una bolita de masa. Si se desarma, incorporá un poco más de harina; si queda gomosa, te pasaste (sumá papa pisada si te sobró).
-
Formado. Dividí la masa en 4 porciones. Hacé “chorizos” de 2 cm de diámetro sobre la mesada apenas enharinada y cortá trocitos de 2–3 cm. Pasalos por un tablita de ñoquis o por un tenedor para marcar canales (opcional, pero ayuda a que abracen la salsa).
-
Reposo corto. Dejalos 10–15 minutos sobre una placa enharinada para que se oreen. Podés freezarlos así, separados; cuando endurezcan, guardalos en bolsa.
-
Cocción final. Herví abundante agua con sal. Echá los gnocchis en tandas; cuando suban a la superficie, contá 45–60 segundos y retiralos con espumadera. Pasalos directo a la sartén con la salsa caliente para que se integren.
-
Servicio. Terminá con un hilo de aceite de oliva o un cubito de manteca, unas hojas de salvia o albahaca y queso rallado a gusto.
Consejos:
-
Elegí papas harinosas y medianas: absorben menos agua. Evitá las nuevas o muy húmedas.
-
Menos es más: la harina es para unir, no para “amigar” una masa pegote. Parar cuando deja de pegar es la diferencia entre nube y tapón.
-
Sin huevo: salen perfectos igual; ideal si buscás textura súper tierna. Con huevo aguantan mejor el recalentado.
-
Pisado fino: usá prensapapas o tamiz; los grumos piden harina de más y endurecen.
-
Salsa rápida ganadora: dorá manteca con hojas de salvia hasta que perfume, salpimentá y mezclá con un cucharón del agua de cocción; liga de maravillas.
-
Agua de cocción con sal de verdad: probala; tiene que “saber a mar” suave. Esa sal realza el sabor del gnocchi.
-
Freezer listo para la semana: se cuecen congelados, directo a la olla; solo sumá 30–40 segundos al tiempo después de que flotan.
-
Recalentado digno: saltealos 1 minuto en sartén con un chorrito de crema o salsa; evitá microondas (se endurecen).
Livianos, marcados y bien salseados: con estas proporciones y el truco del secado vas a lograr gnocchis caseros que se deshacen en la boca.
Prepará la fuente, llamá a la mesa y disfrutá ese clásico que nunca falla.