Los geranios son una de las plantas más queridas por los amantes de la jardinería.
Su colorido intenso, su aroma y su resistencia los convierten en una opción ideal para balcones, patios y ventanas.

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Sin embargo, hay un detalle que muchos desconocen: la forma en que se riegan puede marcar la diferencia entre una planta llena de flores o una que apenas crece.
Los jardineros expertos revelan un truco natural que estimula la floración y mantiene los geranios saludables durante todo el año.
El error más común al regar geranios
A diferencia de otras plantas de flor, los geranios no toleran bien el exceso de agua.
Cuando se riegan demasiado o se deja agua acumulada en la base, las raíces se asfixian y comienzan a pudrirse.
El resultado: hojas amarillas, tallos blandos y una floración escasa.
Lo ideal es regar únicamente cuando la superficie del sustrato esté seca.
En verano, bastará con hacerlo una o dos veces por semana, y en invierno, apenas cada diez días.
Además, el agua nunca debe quedarse estancada en el plato o la maceta.
Un drenaje adecuado es fundamental para mantener la raíz aireada y evitar enfermedades fúngicas.
El secreto de los jardineros: fertilizante natural con cúrcuma
Para que los geranios florezcan con fuerza y mantengan sus colores vivos, muchos jardineros utilizan un ingrediente natural y económico: la cúrcuma.
Este polvo dorado, conocido por sus propiedades medicinales, es también un excelente estimulante del crecimiento vegetal.
La cúrcuma actúa como fungicida natural, previene el desarrollo de hongos en la tierra y aporta minerales esenciales que fortalecen las raíces y realzan el color de las flores.
Además, favorece la circulación de nutrientes en la planta, lo que se traduce en una floración más duradera y abundante.
Cómo preparar este fertilizante casero:
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Disolvé una cucharadita de cúrcuma en un litro de agua tibia.
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Mezclá bien hasta que el polvo quede completamente integrado.
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Usá esta solución para regar los geranios una vez cada quince días, directamente en la base de la planta.
También podés espolvorear una pequeña cantidad de cúrcuma seca sobre la superficie del sustrato, especialmente si notás presencia de moho o exceso de humedad.
Este simple gesto ayuda a mantener la tierra limpia y equilibrada.
Cuidados clave para una floración constante
Además del riego y la fertilización, hay otros aspectos que los jardineros profesionales consideran esenciales para mantener los geranios espléndidos:
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Luz solar: necesitan al menos cuatro horas de sol directo al día. Cuanta más luz reciban, más intensos serán sus colores.
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Poda regular: eliminá las flores secas y los tallos envejecidos para estimular nuevos brotes.
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Buena ventilación: los geranios adoran el aire fresco, pero deben protegerse de los vientos fuertes.
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Sustrato suelto y nutritivo: una mezcla de tierra negra con perlita o arena gruesa ayuda a que el agua drene bien y las raíces respiren.
Resultado: geranios vigorosos y llenos de vida
Siguiendo este método, en pocas semanas se nota la diferencia: las hojas se vuelven más firmes, los tallos más fuertes y los racimos florales más abundantes.
La cúrcuma no solo mejora la apariencia de la planta, sino que la protege de plagas y hongos, permitiendo disfrutar de flores sanas durante toda la temporada.
Así, con un riego controlado y una simple cucharadita de este polvo natural, tus geranios se mantendrán siempre radiantes, como los de un jardín profesional.