Estas galletitas caseras con trozos de chocolate son el equilibrio perfecto entre lo crocante por fuera y lo tierno por dentro.
Con una masa suave, manteca derretida y pedacitos de chocolate que se funden al hornearse, son ideales para acompañar un café, la merienda o simplemente para disfrutar un antojo dulce.

Te recomendamos: Crema batida de café (tipo Dalgona)
Ingredientes
-
125 g de manteca (a temperatura ambiente)
-
100 g de azúcar común
-
80 g de azúcar mascabo o rubia
-
1 huevo
-
1 cucharadita de esencia de vainilla
-
220 g de harina 0000
-
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
-
1 pizca de sal
-
150 g de chocolate en trozos (podés usar una mezcla de chocolate con leche y semiamargo)
-
50 g de chips de chocolate (opcional, para un extra de sabor)
Preparación
-
En un bol grande, batí la manteca con el azúcar común y el azúcar mascabo hasta obtener una mezcla cremosa. Si querés una textura más aireada, podés batir con batidora eléctrica unos minutos.
-
Agregá el huevo y la esencia de vainilla. Mezclá bien hasta que se integren por completo.
-
En otro recipiente, tamizá la harina con el bicarbonato y la pizca de sal.
-
Incorporá los ingredientes secos a la mezcla de manteca y azúcar, mezclando con una espátula o cuchara de madera. No batas demasiado, solo hasta integrar.
-
Añadí los trozos de chocolate y los chips, distribuyéndolos de manera pareja. La masa debe quedar espesa y apenas pegajosa.
-
Llevá la masa a la heladera por 30 minutos para que tome firmeza (esto ayuda a que no se expandan demasiado en el horno).
-
Precalentá el horno a 180 °C.
-
Formá bolitas del tamaño de una nuez y colocálas sobre una placa con papel manteca, dejando espacio entre cada una.
-
Horneá durante 10 a 12 minutos, hasta que los bordes estén dorados pero el centro todavía se vea tierno.
-
Dejalas enfriar unos minutos en la placa antes de pasarlas a una rejilla.
Tips y consejos:
-
Si querés una versión más intensa, mezclá distintos tipos de chocolate (amargo, con leche y blanco).
-
Podés agregar nueces, almendras o pedacitos de caramelo para darles textura.
-
Para galletitas más blandas, no las hornees de más: apenas doradas en los bordes es el punto justo.
-
Si las preferís más crujientes, dejalas unos 2 minutos más en el horno.
-
Se conservan perfectas hasta una semana en un frasco hermético.
Estas galletitas son un clásico infalible: simples, irresistibles y con ese toque casero que las hace únicas.
Perfectas para compartir o disfrutar recién hechas con una taza de leche o café.