El arroz crudo puede convertirse en un aliado inesperado para tus plantas.
Más allá de ser un alimento básico en la cocina, tiene nutrientes y compuestos que ayudan a que la tierra sea más fértil y a que las plantas crezcan con más fuerza.
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Este método es muy fácil de aplicar y podés hacerlo tanto en macetas como en el jardín.
Beneficios del arroz en las plantas
El arroz es rico en almidón, vitaminas y minerales.
Cuando entra en contacto con la humedad del suelo, libera de manera progresiva esos nutrientes, que actúan como un abono natural.
El almidón es clave porque aporta energía similar a la que la planta produce en la fotosíntesis, dándole vigor y estimulando la floración.
Además, los granos ayudan a retener la humedad, lo que beneficia especialmente a las macetas que suelen secarse rápido.
Tres formas de usar arroz crudo
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Plantas ya establecidas en maceta
Para ejemplares grandes que ya están floreciendo, basta con una cucharada sopera de arroz crudo esparcida alrededor de la base de la planta. Después, se mezcla suavemente con la tierra y se riega bien. En el caso de plantas más chicas, alcanza con media cucharadita. Este método libera nutrientes lentamente y se puede repetir cada dos meses. -
Abonado de fondo al trasplantar
Cuando vayas a colocar una planta nueva en una maceta, podés añadir dos cucharadas de arroz crudo en el fondo del recipiente antes de completar con tierra. Esto no solo mejora el drenaje, sino que retiene agua, evitando que la planta sufra sequías. A medida que las raíces alcanzan esa capa, reciben un refuerzo de nutrientes que ayuda a que crezcan más fuertes. -
Fertilizante líquido de acción rápida
Para dar un empujón inmediato, colocá medio vaso de arroz crudo en una botella de un litro y medio con agua. Dejá reposar media hora, remové y usá ese líquido para regar. El agua se volverá blanquecina por el almidón liberado, que actúa de inmediato sobre la planta. Este método conviene aplicarlo una vez por semana durante dos semanas, especialmente si querés estimular la floración.
Consejos útiles
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Usá arroz común, ya que el que compramos en el supermercado no germina.
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En macetas grandes conviene poner el arroz en el fondo para que dure más tiempo y no se consuma de golpe.
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No abuses del método de acción rápida: con dos aplicaciones es suficiente, porque un exceso de almidón no es necesario si la planta está sana.
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El arroz crudo funciona muy bien en plantas de flor, pero también puede aplicarse en huertas pequeñas.
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Siempre acompañá el uso del arroz con riegos adecuados y tierra de buena calidad para potenciar los resultados.
Con estas técnicas simples, tus plantas estarán más verdes, fuertes y con una floración abundante.
El arroz crudo es un recurso económico y natural que transforma la tierra en un verdadero reservorio de nutrientes.