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¡El asado perfecto! Lo que jamás hay que hacer con el chorizo y la morcilla

Cada asador tiene su estilo, pero hay errores comunes que pueden arruinar los embutidos en la parrilla.

Si bien la carne es el protagonista del asado, los chorizos y morcillas juegan un papel fundamental en el asado.

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Sin embargo, muchas veces no se les da la atención que merecen, y pequeños errores pueden afectar su cocción y presentación.

Para evitar problemas y lograr un resultado perfecto, es clave conocer qué prácticas hay que evitar con estos embutidos.

Lo que nunca hay que hacer con los chorizos y morcillas

  1. Cocinar los chorizos con la piola puesta
    • Muchos chorizos vienen atados con una piola que ayuda a mantener su forma durante la fabricación.
    • Dejar la piola puesta en la parrilla puede complicar la cocción, ya que impide girarlos con facilidad y puede quemarse, alterando el sabor.
    • Además, retirar la piola con el chorizo caliente en la mesa es incómodo y puede hacer que se desarme al momento de cortarlo.
  2. Poner las morcillas al fuego directo desde el inicio
    • La morcilla ya viene cocida, por lo que no necesita tanto tiempo en la parrilla.
    • Si se coloca sobre las brasas demasiado pronto, la piel puede explotar y el relleno se desparramará, perdiendo su textura y sabor.
    • Lo ideal es dejarlas en una zona de calor indirecto y, cuando falten unos cinco minutos para servir, pasarlas al fuego directo para que la piel quede crocante.

Consejos para cocinar chorizos y morcillas a la parrilla

  • Para los chorizos, lo mejor es cocinarlos a fuego medio durante unos 30 a 40 minutos, girándolos cada tanto para que se cocinen parejos.
  • Si se quieren más jugosos, se pueden cocinar primero en una parte de la parrilla con menor temperatura y luego dorarlos sobre el fuego directo.
  • En el caso de las morcillas, colocarlas en un rincón de la parrilla sin brasas y darles calor suave hasta el momento de servir.
  • Para potenciar el sabor, se pueden acompañar con chimichurri o criolla, realzando su textura y jugosidad.

Siguiendo estos consejos, los embutidos quedarán perfectamente cocidos y con la mejor textura.

¡Ponelos en práctica en tu próximo asado y sorprendé a todos en la mesa!

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