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Trucos del Hogar

¡Desabolla tu auto con una botella plástica!

Las pequeñas abolladuras en el auto pueden parecer un problema serio, pero con un poco de ingenio y elementos que ya tenés en casa, podés solucionarlo sin gastar en el chapista.

Este truco casero usa una simple botella plástica y silicona líquida para devolverle la forma a la chapa afectada.

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Es rápido, económico y, en muchos casos, muy efectivo.

Materiales necesarios

  • Una botella plástica (preferentemente de agua o gaseosa)

  • Silicona líquida (de pistola termofusible)

  • Agua caliente o un secador de pelo (para aplicar calor)

  • Guantes (opcional)

Cómo hacerlo paso a paso

  1. Analizá la abolladura
    Asegurate de que sea una abolladura superficial, sin pintura dañada. Este método funciona mejor en zonas planas como puertas o capós, y no en pliegues o esquinas.

  2. Calentá la zona afectada
    Usá un secador de pelo durante unos minutos o verté agua caliente directamente sobre la chapa abollada. Esto ablanda el metal y facilita que vuelva a su forma original. Evitá usar agua hirviendo para no dañar la pintura.

  3. Aplicá silicona en la tapa de la botella
    Con una pistola de silicona caliente, colocá una buena cantidad de silicona líquida directamente en la tapa de la botella. Hacelo con rapidez para que no se enfríe antes de pegar.

  4. Pegá la botella sobre la abolladura
    Presioná la tapa de la botella con la silicona directamente en el centro de la abolladura. Sostené unos segundos hasta que la silicona enfríe y la botella quede bien adherida a la chapa.

  5. Tirá con firmeza y cuidado
    Una vez que la silicona está firme, agarrá la botella y tirá hacia afuera, de forma recta. La chapa, al haber sido calentada, debería ceder y volver a su posición. Si no sale en el primer intento, podés repetir el proceso una vez más.

  6. Retirá la silicona con cuidado
    Cuando la abolladura ya esté arreglada, tirá suavemente para despegar la botella. Si quedan restos de silicona, podés quitarlos con la mano o con un paño húmedo.

¿Cuándo funciona mejor este método?

Este truco casero es ideal para abolladuras leves y de tamaño moderado.

No es recomendable para golpes grandes, zonas deformadas o donde la pintura esté saltada.

Tampoco sirve si hay daño estructural.

¿Por qué funciona?

El calor vuelve maleable el metal. La botella, actuando como herramienta de tracción, permite hacer fuerza hacia afuera desde el punto exacto afectado.

Al enfriar, la chapa recupera su forma sin dejar marcas visibles.

Probalo antes de pagar un arreglo profesional que, quizás, ni siquiera sea necesario.

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