Cuando el clima se pone fresco y el cuerpo pide algo bien sustancioso, no hay nada mejor que un buen estofado casero.
Este plato es perfecto para disfrutar en familia, con una cocción lenta que llena la casa de aromas irresistibles.
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Con cortes sabrosos, vegetales tiernos y un caldo espeso y lleno de sabor, esta receta es ideal para esos días en los que buscamos reconfortarnos con un clásico de siempre.
Ingredientes
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3 cucharadas de aceite (puede ser de girasol o mezcla)
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1,2 kg de carne para guiso (aguja, osobuco o paleta cortada en trozos)
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2 cebollas grandes picadas
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3 dientes de ajo triturados
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330 ml de cerveza negra o rubia
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1 litro de caldo de carne (casero o de cubito)
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1 cucharada de salsa tipo inglesa
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2 cucharadas de puré de tomate
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1 cucharadita de pimentón dulce
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1 cucharadita de tomillo seco
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Sal y pimienta a gusto
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1 cucharadita de azúcar
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4 zanahorias peladas y cortadas en trozos grandes
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3 papas grandes, en cuartos
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2 o 3 chauchas
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1 batata mediana
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1 zapallo pequeño o trozo grande (opcional)
Preparación
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Calentá el aceite en una olla profunda y dorá bien la carne por todos sus lados. Reservá en un plato.
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En la misma olla, incorporá la cebolla y cociná hasta que esté transparente. Sumá el ajo y cociná un minuto más.
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Agregá la cerveza y el caldo caliente. Incorporá la salsa inglesa, el puré de tomate, el pimentón, el tomillo, sal, pimienta y azúcar.
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Volvé a colocar la carne dentro de la olla. Tapá y dejá cocinar a fuego bajo por aproximadamente 2 horas.
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A la hora y media de cocción, sumá las zanahorias, las papas, la batata, el zapallo y las chauchas. Cociná hasta que todos los vegetales estén tiernos y la salsa espese.
Consejos
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Podés reemplazar la cerveza por vino tinto o simplemente más caldo, si preferís evitar el alcohol.
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Si tenés tiempo, cociná el estofado un día antes. Al recalentarlo, los sabores se intensifican y queda aún más rico.
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Para un toque más criollo, podés agregar una hoja de laurel y una pizca de ají molido.
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Servilo con pan casero o arroz blanco para aprovechar bien la salsa.
Este estofado es de esos platos que abrazan el alma. Una receta de las de antes, con sabor a hogar y a reunión familiar.
Ideal para disfrutar sin apuros y con ganas de volver a repetir.